Conforme ha anunciado este jueves el portal Al Masdar News, la fragata rusa Almirante Grigorovich ha zarpado del mar Negro y en estos momentos está cruzando los estrechos del Bósforo —cerca de la ciudad de Estambul, noroeste de Turquía— y de los Dardanelos —próximo a la ciudad turca de Canakkale—.
El buque de guerra Almirante Grigorovich se unirá al grupo naval ruso que está presente, de forma permanente, en las aguas del mar Mediterráneo frente a las costas de Siria, ha agregado el medio, citando al servicio de prensa de la Armada de Rusia.
“Reemplazará allí a la fragata Almirante Essen que cumple una misión especial desde octubre de 2020”, ha anunciado la Flota del Mar Negro de Rusia mediante un comunicado.
Los buques de la clase Almirante Grigorovich desplazan 4000 toneladas, alcanzan una velocidad de 30 nudos y poseen una autonomía de 30 días. Su principal arma de ataque, además de los sistemas de defensa antiaérea y las armas antisubmarinas (incluido un helicóptero a bordo) son varios lanzadores de misiles de crucero Kalibr-NK.
La Armada rusa lleva a cabo con bastante frecuencia ejercicios en el mar Mediterráneo, en el marco de su apoyo a la lucha antiterrorista de Siria, que se produce a petición del Gobierno de Damasco, presidido por Bashar al-Asad.
En esta misma línea, la fragata rusa de la Flota del Mar Negro Almirante Essen realizó la semana pasada unos simulacros para preparar el buque ante una eventual batalla, proporcionar defensa aérea y realizar el control de daños efectuados durante un atraque en un punto logístico.
Los ejercicios de preparación de Rusia, igualmente, tienen por meta garantizar la seguridad de la navegación, fortalecer la defensa aérea y rastrear armas y buques de las fuerzas extranjeras, ubicadas en la parte oriental del Mediterráneo, según subrayan las autoridades rusas.
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