Continúa el rol negativo de Turquía en Siria en todos los aspectos. El plan de Ankara está destinado a crear zonas seguras en el noreste.
Se trata de una ocupación turco-estadounidense al noreste de Siria, así percibieron las autoridades de Damasco el plan sobre la autodenominada “Zona Segura” que pretende crear Ankara en la orilla este del río Éufrates, tras la insistencia del presidente, Recep Tayyip Erdogan, en su última declaración, de implementar este plan antes de finales del mes de septiembre de este año.
La primera etapa del plan ha entrado ya en vigor y tiene como fin crear una zona que se extiende sobre una superficie total de 80 km entre las localidades de Tal Abiad y Raas Al Ein, situados entre los campos de Hasaka y Raka. Este complot será enfrentado, según los analistas políticos, con todos los medios disponibles para frustrarlo en todas sus etapas.
Los expertos consideran que Turquía, desde el primer día de la crisis en Siria, ha desempeñado un rol negativo y se ha convertido en un puente para la infiltración de grupos armados y el tráfico de armas en medio del silencio de la comunidad internacional, sobre todo ante la última escalada con el plan sobre las zonas seguras.
Los últimos planes turco-estadounidenses constituyen un golpe a todos los esfuerzos realizados por los aliados de Damasco para hallar una solución política a la crisis que vive el país desde hace más de ocho años, e indican que aún se preparan otros escenarios para el país árabe.
Bashar Barazi, Damasco.
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