“La nueva agresión constituye un crimen de guerra, un crimen contra la humanidad y un apoyo directo al terrorismo. El ataque confirma el carácter vil de las intenciones estadounidenses, dirigidas contra la soberanía de Siria, la unidad de su tierra y su pueblo”, ha anunciado el Ministerio de Exteriores de Siria en un comunicado enviado al Consejo de Seguridad y al secretario general de las Naciones Unidas.
Además, ha pedido a las Naciones Unidas condenar el ataque y llevar a la coalición internacional dirigida por EE.UU. contra el grupo terrorista EIIL (Daesh, en árabe) ante la justicia.
Estados Unidos alega que el ataque ha sido una respuesta a fuerzas sirias que bombardearon una base de las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS) a 8 kilómetros de la línea pactada para separar ambos frentes en la zona del río Éufrates, en Deir Ezzor.
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