Esta semana, los científicos del Centro de Investigación Scripps (EE.UU.) se acercaron más a alcanzar ese santo grial de la investigación del virus de inmunodeficiencia adquirida (VIH) con un nuevo enfoque de vacuna que se basaría en células inmunes modificadas genéticamente del cuerpo del paciente.
En experimentos con ratones, el enfoque indujo con éxito anticuerpos ampliamente neutralizantes, también llamados bnAbs, que pueden prevenir la infección por VIH, dice el investigador principal James Voss, en un estudio publicado en Nature Communications.
Voss y su equipo demostraron en 2019 que era posible reprogramar los genes de anticuerpos de las células B del sistema inmunológico utilizando la técnica CRISPR para que las células produjeran los mismos anticuerpos contra el VIH ampliamente neutralizantes que se han encontrado en pacientes raros con VIH.
El nuevo estudio muestra que tales células B modificadas genéticamente, después de ser reintroducidas en el cuerpo, pueden multiplicarse en respuesta a una vacuna y madurar en células de memoria y células plasmáticas que producen altos niveles de anticuerpos protectores durante largos períodos de tiempo en el cuerpo.
El equipo también demostró que los genes diseñados pueden mejorarse para producir anticuerpos que sean aún más efectivos contra el virus, mediante un proceso que ocurre normalmente en las células B que responden a la inmunización.
“Esta es la primera vez que se ha demostrado que las células B modificadas pueden crear una respuesta de anticuerpos de ingeniería duradera en un modelo animal relevante”, explica Voss.
Espera, asimismo, que su enfoque de vacuna pueda algún día prevenir nuevas infecciones por VIH y posiblemente ofrecer una cura funcional a quienes ya tienen VIH/SIDA. El virus todavía prevalece en todo el mundo, con un estimado de 38 millones de personas con la enfermedad en 2019.
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