En una entrevista realizada el sábado con la agencia de noticias Sputnik, la nutricionista rusa Natalia Kruglova afirmó que el consumo de tomate no es recomendable para las personas que sufren de enfermedades del sistema digestivo, ya que contiene grandes cantidades de ácidos orgánicos.
Kruglova subrayó que es necesario cocinar los tomates, en lugar de servirlos crudos, si padeces de gastritis o úlceras pépticas. “La propia fruta estimula la liberación de histamina, un mediador de reacciones alérgicas”, señaló la experta.
Al mismo tiempo, dijo que los tomates cocinados pueden ser más saludables que los crudos, puesto que contienen más licopeno, un antioxidante que tiene propiedades anticancerígenas y reduce el riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares.
Kruglova agregó que las salsas de tomate, como el kétchup, también podrían volverse peligrosas, ya que contienen grandes cantidades de azúcar, glutamato de sodio y especias.
Además, enfatizó que no es recomendable consumir tomate, detallando que la dosis diaria recomendada es de entre 150 y 200 gramos.
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