Sin embargo, tacha a Washington como la “principal locomotora” que alimenta el conflicto ucraniano; al tiempo que cataloga de inaceptable y contrario a la paz mundial, el plan británico para enviar tropas a Ucrania.
Se abre un nuevo horizonte en las relaciones de Rusia y EE.UU. Este jueves, Moscú afirmó que había acordado reanudar el diálogo con Washington sobre todas las cuestiones pendientes, incluido el canje de prisioneros.
El portavoz del Kremlin también habló sobre la posición del presidente estadounidense, Donald Trump, respecto a Ucrania, subrayando que Moscú está absolutamente de acuerdo con ella. La víspera, Trump tachó al mandatario ucraniano, Volodímir Zelenski, de dictador, culpó a Kiev por la guerra, y consideró que Moscú tiene todas las cartas para poner fin al conflicto ucraniano. En respuesta, Zelenski aseveró que Trump estaba atrapado en una burbuja de desinformación.
No obstante, Rusia denuncia que la Casa Blanca fue y sigue siendo la principal locomotora y fuente de la mayor contribución financiera para alimentar el conflicto en Ucrania. Con todo, declara que de momento hay pocas cosas concretas para alcanzar una resolución del conflicto, debido sobre todo a los desacuerdos entre Washington y Kiev. Asimismo, subrayó que el plan británico de enviar tropas europeas a Ucrania es inaceptable para Moscú.
El ministro ruso de Asuntos Exteriores, Serguéi Lavrov, habia declarado esta semana que Moscú considera una amenaza directa la idea de tener tropas de miembros de la OTAN sobre el terreno en Ucrania, aunque operen allí bajo una bandera diferente.
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