El Congreso avanza en su intento de bloquear el retorno político de Martín Vizcarra y Francisco Sagasti mediante inhabilitaciones que parecen más una maniobra electoral que un acto de justicia. Con el control del fujimorismo y sus aliados, el Parlamento busca eliminar su influencia política, alegando presuntas irregularidades durante sus gestiones. Vizcarra enfrenta su tercera inhabilitación por la disolución del Congreso en 2019, mientras que Sagasti y exministros son acusados por decisiones tomadas en medio de una crisis institucional.
El Congreso, bajo el dominio del fujimorismo y sus aliados, busca inhabilitar a Martín Vizcarra y Francisco Sagasti para sacarlos del escenario político. Aunque no todos planean postular en 2026, la ofensiva legislativa apunta a eliminar posibles rivales. Más que control político, esto refleja un uso arbitrario del poder parlamentario.
Las elecciones de 2026 apuntan a ser una competencia restringida, con los mismos grupos de poder y una fragmentación que limita la representación real.
Quienes controlan el Congreso intentan cerrar el camino a posibles contendores en 2026. Estas acciones revelan una estrategia para perpetuar su dominio político.
A un año de las elecciones en Perú, la mayoría de peruanos sigue indecisa o rechaza a los candidatos. Una encuesta de Ipsos revela un descontento generalizado. Más de 40 partidos y ninguna opción convincente.
Aarón Rodríguez, Lima
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