“Una máquina de propaganda occidental bien financiada de ideólogos interconectados, figuras políticas, especialistas en relaciones públicas y medios de comunicación justifica cínicamente los crímenes de los neonazis en Ucrania y Donbás en un frenesí antirruso”, afirmó el lunes el subsecretario del Consejo de Seguridad de Rusia, Oleg Jramov, en una entrevista con el diario ruso Rossiyskaya Gazeta.
El funcionario ruso explicó que el Occidente “ha perdido de vista las características del bien y del mal, se deleita con las imágenes de video de las atrocidades del régimen ucraniano en los territorios de las nuevas regiones de Rusia que aún no han sido liberadas, manipula los hechos y simplemente los falsifica”.
El Occidente, prosiguió Jramov, falsifica hechos históricos, no duda en utilizar los métodos que ha condenado: instiga a la cultura de la cancelación, la guerra contra los monumentos, acusaciones de que la antigua Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) es tan responsable de desencadenar la guerra como la Alemania fascista.
Jramov también acusó al Occidente de tratar con todas sus fuerzas de detener el curso de la historia. Consideró que una de las áreas de influencia destructiva es la desacreditación de la Iglesia Ortodoxa Rusa, tanto en la sociedad como en el mundo cristiano en su conjunto, y el objetivo es destruir la institución de la familia, imponiendo los “valores” pseudo-democráticos neoliberales.
Rusia ha denunciado en reiteradas ocasiones los crímenes de los neonazis ucranianos contra los civiles y ha dejado claro que sigue su operación militar en el territorio ucraniano, iniciada desde el 24 de febrero, con el fin de “desmilitarización” y “desnazificación” del país europeo.
Además, ha criticado a los países occidentales por su continuo apoyo y suministro de armas a los neonazis, acusándoles de promover la anarquía lejos de sus fronteras.
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