“Evidentemente, hay una reducción a las relaciones económicas y medidas restrictivas planteadas por varios países, países europeos, Estados Unidos, Canadá, Japón y varios más, pero eso no significa que Rusia esté aislada. El mundo es demasiado grande para que Europa y Estados Unidos puedan aislar a un país, en particular cuando se trata de uno tan grande como Rusia”, ha aclarado este sábado el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov.
De este modo, Peskov ha precisado que hay otros países que son “más equilibrados” y que “a veces tienen una actitud más razonable en la dinámica del desarrollo de relaciones internacionales”. “Por consiguiente, preferimos no hablar y estamos convencidos de que no debemos hablar de aislamiento”, ha añadido.
El vocero ruso además ha recalcado que los países occidentales se estaban comportando como “bandidos”, que estaban involucrados en una “maldad económica” contra Rusia y ha avisado de que Moscú respondería. Sin embargo, no especificó qué respuesta habría, pero confirmó que estaría en línea con los intereses rusos.
“Esperamos que, tarde o temprano, nuestra posición sea reconocida por esos países, países de la Unión Europea, países de la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte), que ahora adoptan una posición demasiado emotiva y se niegan a entender tantas cosas obvias”, ha ensalzado el funcionario ruso.
Peskov ha alertado por una considerable sacudida a los mercados energéticos, si Estados Unidos impusiera sanciones a las exportaciones de la energía de Rusia.
Por otro momento, el titular ruso ha aludido al código penal de Rusia por difundir falsas informaciones sobre el Ejército del país euroasiático en torno a su operación militar especial en Ucrania, diciendo que la Duma Estatal (Cámara Baja del Parlamento ruso) lo ha adoptado y que “esta ley es una necesidad urgente debido a la guerra de la información sin precedentes que ha tenido lugar contra” el país euroasiático.
El 24 de febrero, el presidente de Rusia, Vladmir Putin, anunció el inicio de una operación militar especial en el este de Ucrania, que había acumulado fuerzas y equipos militares en esa zona, respaldado por la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).
En este contexto, EE.UU. y sus socios han impuesto varias tandas de sanciones a Moscú, pese a que varios expertos aseguran que estas medidas no funcionan y podrían provocar una confrontación muy peligrosa. Además, muchos países y expertos apuntan a Washington como principal responsable de la actual coyuntura en Ucrania.
Por su parte, Moscú ha rechazado las sanciones impuestas en su contra y asegura que no tiene planes de ocupar Ucrania, sino que busca desmilitarizarla, acusando al Occidente de haber creado una burbuja que puede reventar.
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