La portavoz del Ministerio de Exteriores de Rusia, María Zájarova, ha explicado hoy jueves que las autoridades pertinentes decidieron la medida, luego de que Estonia declarara ‘persona non grata’ a un diplomático ruso en ese país, “sin fundamento alguno”.
A su criterio, Tallin adoptó este paso para “mostrar lealtad a sus tutores” en Estados Unidos y la Unión Europea (UE).
Rusia y el Occidente siguen sin poder superar las tensiones. El último episodio de desencuentro entre las partes se puede encontrar en la injerencia occidental sobre un fallo judicial dictado contra el opositor ruso Alexéi Navalni, quien fue detenido el pasado 17 de enero en un aeropuerto de Moscú (capital rusa) a su regreso de Alemania por saltarse su régimen de semilibertad.
La escalada entre Rusia y Europa ha llegado a un punto álgido, incluso Moscú expulsó a diplomáticos de Suecia, Polonia y Alemania, a los que acusa de haber participado en protestas no autorizadas a favor del aludido opositor.
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