“Nuestro llamamiento tiene como fin que esos países, especialmente EE.UU. y los líderes de la Unión Europea (UE), presten atención a aquellos círculos que en Polonia y Lituania están expresando de todas las formas posibles su descontento con el hecho de que la situación en Bielorrusia se esté normalizando, y están tratando de instigar la violencia con el fin de provocar una reacción de las fuerzas de seguridad”, ha indicado Lavrov.
Lavrov, en su reunión de este martes en Moscú, capital rusa, con el subsecretario de Estado de EE.UU., Stephen Biegun, ha calificado de “peligrosos” los actos violentos instigados desde el extranjero, y por ello insta a Washington y sus aliados europeos a no injerir en los asuntos internos de Bielorrusia.
Además ha rechazado lo que califica de esfuerzos “inadmisibles” para imponer sanciones y ejercer presión política sobre las autoridades bielorrusas a fin de “socavar el proceso de establecimiento de un diálogo de respeto mutuo” entre el Gobierno y los grupos opositores.
Fuentes cercanas al Consejo de Ministros de Exteriores de la UE han anunciado esta misma jornada que el organismo planea abordar el próximo jueves la posibilidad de imponer sanciones puntuales a ciertas personas por la situación en Bielorrusia.
Lavrov ha criticado también los intentos del Occidente para imponer mediadores en la crisis de Bielorrusia, asegurando que “el pueblo de Bielorrusia es sabio y determinará por sí mismo las formas de organizar un diálogo nacional que ayude a superar las dificultades existentes”.
La visita de Biegun a Rusia tenía como objetivo principal abordar la crisis en Bielorrusia, país escenario de protestas contra el resultado de las elecciones presidenciales celebradas el 9 de agosto, en las que el presidente bielorruso, Alexander Lukashenko, obtuvo el 80,1 % de los votos. La oposición bielorrusa denuncia, sin embargo, un supuesto fraude en el proceso electoral y llama al diálogo.
Lukashenko atribuyó la caótica situación existente en Bielorrusia a la “injerencia extranjera”, y acusa a la Administración estadounidense, presidida por Donald Trump, de dirigir las protestas antigubernamentales con la connivencia de la UE.
En tal escenario, el presidente ruso, Vladimir Putin, ha anunciado que, conforme a un acuerdo militar colectivo suscrito entre los dos países, Moscú está listo para enviar tropas a Bielorrusia, si fuera necesario.
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