• El embajador de la Federación Rusa en Egipto, Georgy Borisenko.
Publicada: jueves, 30 de julio de 2020 8:36

Moscú desmiente las alegaciones del Gobierno de Acuerdo Nacional (GAN) de Libia y asegura que no busca establecer bases militares en este país norteafricano.

Fathi Bashagha, ministro del Interior del GAN—reconocido como Gobierno legítimo del país norteafricano por la Organización de las Naciones Unidas (ONU)— indicó el 7 de junio a la agencia estadounidense de noticias Bloomberg, que era necesario prevenir a Rusia de construir bases militares en la ciudad de Sirte (norte) y el distrito de Juffra (centro).

El embajador ruso en Egipto, Georgy Borisenko, ha desmentido la información y ha asegurado que Moscú no tiene intenciones de hacerlo.

“Rusia no tiene tal plan. Rusia no ha presentado ninguna solicitud a las autoridades libias para construir ahí alguna base militar o naval”, ha indicado Borisenko en un programa televisivo egipcio, según recogen este jueves los medios rusos.

Aunque Rusia niega cualquier interferencia en Libia, el general del Ejército de EE.UU. Stephen Townsend, jefe del Mando África del país norteamericano (Africom, por sus siglas en inglés), acusó el 26 de mayo, a Moscú de intentar desplegar aviones de combate en este país norteafricano para apoyar a grupos mercenarios que operan en esa nación y ayudan al llamado Ejército Nacional Libio (ENL), comandado por el mariscal Jalifa Haftar.

 

En Libia existen en la actualidad dos centros de poder en disputa: el GAN, presidido por Fayez al-Sarraj, asentado en Trípoli; y el ENL, con sede en la ciudad oriental de Tobruk y que tiene el respaldo de Egipto, los Emiratos Árabes Unidos (EAU), Francia, entre otros países.

Libia se ha visto arrastrada por una espiral de violencia desde que la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) derrocó en 2011 al autócrata Muamar Gadafi, lo que dio lugar a luchas intestinas por el poder, enfrentamientos entre grupos rivales y a la proliferación de bandas extremistas o mafias que trafican con migrantes irregulares que pretenden viajar de África a Europa, entre otros flagelos.

La intervención militar, no obstante, no buscaba detener los supuestos crímenes del Gobierno de Gadafi, sino que buscaba seguir robando las riquezas de África, según reveló en octubre de 2019, Musa Ebrahim, un portavoz del fallecido exmandatario libio. Explicó que Gadafi pretendía romper el control que el Occidente ejercía sobre África y para ello iba a aplicar una serie de iniciativas que “perjudicaban los objetivos del Occidente” en el continente.

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