• Equipo del sistema de misiles costero ruso Bal, de la Flota del Pacífico, realiza lanzamientos de entrenamiento contra objetivos en el mar de Japón.
Publicada: miércoles, 22 de julio de 2020 14:45

Un general ruso afirma que Moscú no paralizará su industria de misiles por la exigencia de un país, como EE.UU., que ha dejado todos los tratados internacionales.

Rusia no dejará de desarrollar e incluir en sus arsenales novísimos cohetes de propulsión nuclear, máxime en una situación en que EE.UU. está abandonando todos los tratados de control sobre las armas, incluidas las nucleares”, ha asegurado este miércoles el teniente general Evgueni Buzhinski, un ex alto cargo del Ministerio de Defensa de Rusia.

Las declaraciones de Buzhinski se producen en referencia a las recientes palabras del enviado especial del presidente de Estados Unidos para control sobre el armamento, Marshall Billingslea, quien ha dicho que Rusia debe renunciar al desarrollo y el uso de nuevos misiles de propulsión nuclear, pues podría convertirse en una “Chernóbil volante”.

En este sentido, el general ruso ha declarado que las relaciones entre el Kremlin y la Casa Blanca van a peor y ha destacado que no se vislumbra el fin de la confrontación.

“En tal situación nadie querrá prestar oídos a lo que dice la otra parte, y menos aún a la opinión de una persona tan exótica como es el general Marshall Billingslea”, ha agregado.

 

Además, Buzhinski ha hecho notar que Washington ha abandonado todos los tratados de control sobre las armas mientras redobla esfuerzos por acrecentar su potencial nuclear, “de por sí grande”.

Resaltando la salida de EE.UU. de los convenios sobre control de armas, tal como el Tratado de Fuerzas Nucleares de Alcance Intermedio (INF, por sus siglas en inglés), el Tratado de Defensa Antimisiles (ABM, por sus siglas en inglés) y el Tratado de Cielos Abiertos, Rusia advierte de los intentos de Washington por destruir mecanismos de acuerdos y límites en el campo del desarme y acusa al país norteamericano de amenazar la estabilidad estratégica mundial.

La carrera armamentística y nuclear de EE.UU. también ha agravado las tensiones entre Rusia y la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN). De hecho, Moscú acusa a Washington de reforzar su presencia militar en Europa del Este, sobre todo, en los países bálticos y Polonia, lo que considera una amenaza a su seguridad.

Ante tal coyuntura, Moscú ha afirmado en reiteradas ocasiones que, ante un posible incremento del potencial nuclear de EE.UU., tomará definitivamente decisiones simétricas o asimétricas para neutralizarlo.

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