En declaraciones a la agencia oficial rusa de noticias TASS, el miembro del panel de expertos sobre la industria de aviación en la Cámara Baja (la Duma) del Parlamento de Rusia, Vladimir Gutenev, dijo que ha llegado el momento de reflexionar sobre las posibles represalias en contra de Washington por sus políticas de presión a Moscú.
“Las políticas estadounidenses de ejercer presión sobre Rusia han cruzado la línea roja y Moscú debería pensar en una respuesta asimétrica, como el despliegue de sus armas nucleares tácticas en el exterior, como en Siria, donde tenemos una base aérea bien protegida”, afirmó Gutenev.
El diputado declaró que otra medida que se puede tomar contra las sanciones estadounidenses es la suspensión de una serie de tratados entre Rusia y Estados Unidos, incluidos los de proliferación de tecnología de misiles.
Gutenev también propuso el uso de criptomonedas ligadas al oro para las exportaciones de armas rusas, lo que “puede ser una opción muy interesante para China, La India y otros países también”, dijo.
Las políticas estadounidenses de ejercer presión sobre Rusia han cruzado la línea roja y Moscú debería pensar en una respuesta asimétrica, como el despliegue de sus armas nucleares tácticas en el exterior, como en Siria, donde tenemos una base aérea bien protegida”, afirmó el miembro del panel de expertos sobre la industria de aviación en la Cámara Baja (la Duma) del Parlamento de Rusia, Vladimir Gutenev.
Según el parlamentario ruso, todo el paquete de medidas “podría convertirse en un argumento muy serio” a favor de Rusia.
Al comentar sobre las sanciones que ya están en marcha, Gutenev valoró que es poco probable que causen un daño grave a la industria de defensa rusa.
Las declaraciones del legislador ruso se producen después de que el Departamento del Tesoro de Estados Unidos estableció el martes nuevas sanciones contra Rusia por sus presuntos vínculos económicos con Corea del Norte y sus actividades en el ciberespacio.
Asimismo, el pasado 8 de agosto, Washington impuso sanciones a Rusia por el supuesto ataque contra el exagente doble Serguéi Skripal y su hija, Yulia, perpetrado en Salisbury, el Reino Unido, principios de marzo y en el que Moscú niega cualquier responsabilidad.
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