“El contingente que queda y la infraestructura militar que queda en las bases de Hmeimim y Tartus cuentan con todas las capacidades necesarias para luchar contra los ataques terroristas esporádicos que, por desgracia, continuarán. Esto simplemente remite a la necesidad de intensificar los esfuerzos para una solución política”, ha afirmado el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov.
Con estas palabras, el vocero del presidente de Rusia, Vladimir Putin, se ha referido a los ataques con aviones no tripulados (drones) lanzados últimamente por los grupos armados contra la base aérea rusa de Hmeimim, en la provincia costera de Latakia.
El alto funcionario ruso ha rechazado, además, que haya sido prematura la retirada parcial del contingente militar ruso en Siria en septiembre pasado, como ordenó el presidente ruso, quien dio por cumplida la misión de su Ejército en la lucha contra el terrorismo en el país árabe.
El contingente que queda y la infraestructura militar que queda en las bases de Hmeimim y Tartus cuentan con todas las capacidades necesarias para luchar contra los ataques terroristas esporádicos que, por desgracia, continuarán. Esto simplemente remite a la necesidad de intensificar los esfuerzos para una solución política”, ha afirmado el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov.
Al tomar la decisión de replegar su personal militar en Siria, Rusia insistió en que ya no había “motivos para efectuar operaciones ofensivas importantes”, ha detallado.
“Todos en Rusia, incluido el mismo presidente, sabían que los ataques terroristas no terminarían de la noche a la mañana”, ha recalcado Peskov, según recoge la agencia oficial rusa de noticias TASS.
La semana pasada, fuentes “militares-diplomáticas” rusas afirmaron al periódico ruso Kommersant que los grupos radicales destruyeron, en un ataque realizado el pasado 31 de diciembre, al menos siete aviones de guerra de la Aviación rusa en el aeródromo de Hmeimim, desde donde los aviones rusos han lanzado operaciones antiterroristas desde septiembre de 2015.
Desde entonces se han registrado varios ataques con drones armados con proyectiles contra las posiciones militares rusas en Siria. El lunes, el Ministerio ruso de Defensa informó de que sus militares frustraron el pasado viernes los ataques lanzados por los terroristas contra las bases de Hmeimim y Tartus, con trece aviones.
Conforme a la citada Cartera rusa, los terroristas ya cuentan con la tecnología necesaria para lanzar ataques aéreos de este tipo desde una distancia de unos 100 kilómetros.
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