"La amenaza de los misiles de Teherán imaginada por EE.UU. y los países de la Alianza es un farol".
"Nuestro pronóstico sobre el sistema global de defensa antimisiles de Estados Unidos (...) se hace realidad. Confirmamos que la implementación de la arquitectura de defensa antimisiles de EE.UU. es una amenaza para la estabilidad estratégica", ha dicho Shoigu, durante su intervención ante la IV Conferencia Internacional de Seguridad de Moscú (capital rusa).
El funcionario ruso ha cuestionado la continua expansión del sistema antimisiles de Estados Unidos, incluso después de que Irán y el Grupo 5+1 (EE. UU., Rusia, China, el Reino Unido y Francia, más Alemania) llegaran el pasado 2 de abril a un principio de acuerdo sobre el programa de energía nuclear iraní, al que Washington y sus aliados acusaban de perseguir objetivos militares.
Incluso después del avance de las conversaciones sobre el programa nuclear iraní, “nadie tiene ilusiones sobre la posibilidad de la revisión de los planes de defensa de misiles de EE.UU. y la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN)”, ha apostillado.
Irán y el Sexteto tras llegar a un entendimiento sobre el programa de energía nuclear de Irán en la ciudad suiza de Lausana, ahora tienen de plazo hasta el próximo 30 de junio para definir los detalles del pacto y llegar a un acuerdo definitivo.
En otra parte de sus declaraciones, el ministro ruso de Defensa ha denunciado los intentos de los países miembros de la OTAN para “apoderarse del espacio geopolítico, y crear un potencial militar en Europa del Este, cerca de las fronteras de Rusia”.
La OTAN ha estado construyendo un sistema de defensa de misiles en el mar Mediterráneo y en varios estados miembros de la Alianza Atlántica desde 2002. Moscú ha protestado reiteradas veces el emplazamiento de tales bases a lo largo de sus fronteras, llamándolo una amenaza directa a Moscú y diciendo que el objetivo del plan es poner un cerco a Rusia.
La Alianza Atlántica presenta este sistema, desplegado progresivamente desde hace tres años, so pretexto de proteger a los países europeos miembros de la OTAN de una supuesta amenaza iraní.
A pesar de las reiteradas exigencias de las autoridades rusas, Washington se niega a revisar su programa de despliegue de sistemas antimisiles en Europa incluso después del avance de los diálogos nucleares con Irán.
A principios de abril, el viceprimer ministro ruso, Dimitry Rogozin, explicó que “la OTAN no abandonará la creación del sistema de defensa antimisiles en Europa porque el escudo antimisiles no se despliega por la amenaza de Irán”.
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