Amir Said Iravani, representante permanente de la República Islámica de Irán ante la ONU, condenó el miércoles en una reunión a puerta cerrada del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (CSNU) las intenciones de Estados Unidos de convertir a ese órgano en instrumento para escalar la guerra económica contra la nación persa.
El alto diplomático iraní manifestó que Irán considera la reunión del CSNU como una interferencia injustificada en la interacción constructiva en curso entre Irán y la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA), y que la convocatoria solo persigue el objetivo de continuar la fallida e ilegal política de máxima presión de Estados Unidos contra la República Islámica.
Iravani puso de relieve que Teherán rechaza categóricamente las afirmaciones infundadas de Estados Unidos, el Reino Unido y Francia sobre el programa nuclear iraní.
Asimismo, recordó que los tres países occidentales que acusan al país persa “han ignorado a su conveniencia que ellos mismos son responsables de la situación actual. Fue Estados Unidos el que se retiró unilateralmente del Plan Integral de Acción Conjunta (PIAC o JCPOA, por sus siglas en inglés) en 2018, violando directamente la Resolución 2231 del Consejo de Seguridad”.
El embajador iraní ante la ONU denunció también los incumplimientos de lo estipulado en el acuerdo por parte del Reino Unido, Francia y Alemania (las partes europeas del JCPOA) “quienes decidieron mantener contento a Washington al no implementar sus compromisos”.
Washington ha declarado claramente en sus documentos oficiales que pretende convertir al Consejo de Seguridad en una herramienta para intensificar la guerra económica contra Irán. “Esto es un abuso peligroso de esta institución”, advirtió Iravani.
Remarcó que las actividades nucleares de Irán son enteramente pacíficas. “No hemos violado el JCPOA. No hemos violado el Tratado de No Proliferación (TNP) de armas nucleares. No hemos violado nuestras obligaciones en materia de salvaguardias. Quienes afirman lo contrario están distorsionando la realidad para promover sus narrativas políticas”, afianzó.
El diplomático iraní hizo en tal sentido un llamamiento a todos los miembros del CSNU para que rechacen los infundios contra Irán y no permitan que este órgano se convierta en un instrumento al servicio de quienes violan flagrantemente sus resoluciones, pero exigen que otros que las respeten.
Durante el primer mandato del presidente estadounidense, Donald Trump, Estados Unidos se retiró del acuerdo nuclear y aplicó la llamada campaña de ‘presión máxima’ a Irán, que incluyó la reimposición de todas las sanciones eliminadas en el marco del pacto, para así estrangular la economía iraní y aislar al país, entre otros propósitos.
Pese a todos los intentos políticos y mediáticos del Occidente para mostrar el programa nuclear de Irán como una “amenaza”, Teherán ha dejado claro que sus actividades nucleares son totalmente pacíficas y que el arma nuclear no tiene cabida en la doctrina nuclear defensiva del país.
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