• El portavoz de la Cancillería de Irán, Esmail Baqai, durante una rueda de prensa.
Publicada: jueves, 13 de marzo de 2025 7:03

Irán subraya que la reunión del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas sobre su reserva de uranio enriquecido carece de una justificación técnica o jurídica.

El portavoz de la Cancillería de Irán, Esmail Baqai, enfatizó el miércoles que dicha reunión, celebrada en la misma jornada a puerta cerrada, es una “innovación”.

No existe ninguna justificación técnica ni legal para la celebración de esta reunión ya que la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA) está examinando las incertidumbres que tiene sobre las actividades nucleares pacíficas de Irán, y existe un programa de cooperación específico entre Irán y el organismo basado en los principios internacionales, Acuerdo de Salvaguardias y el Tratado de No Proliferación (TNP) Nuclear”, adujo.

Al respecto, precisó que los derechos y las obligaciones de Irán son claros y no hay justificación para plantear la cuestión ante el Consejo de Seguridad, y aseguró que la reunión fue organizada por la presión de Estados Unidos y, desgraciadamente, con el apoyo de algunos países europeos.

 

El diplomático iraní enfatizó que este tipo de enfoques políticos hacia las cuestiones técnicas ciertamente no ayudará a ninguna parte y podría complicar aún más la situación.

Baqai destacó la naturaleza pacífica del programa nuclear de Irán desde el principio, es decir, desde 2002-2003 hasta ahora, y afirmó que las alegaciones que se han planteado en los últimos veinte años sobre las “amenazas derivadas de la militarización del programa nuclear de Irán” no han sido correctas, y la AIEA ha llevado a cabo su trabajo dentro del marco legal.

El vocero agregó que el objetivo de dicha reunión del CSNU fue probablemente crear un ambiente mediático y psicológico para poder ejercer presión contra Irán.

Durante el primer mandato del presidente estadounidense, Donald Trump, Estados Unidos se retiró del acuerdo nuclear y aplicó la llamada campaña de ‘presión máxima’ a Irán, que incluyó la reimposición de todas las sanciones eliminadas en el marco del pacto, para así estrangular la economía iraní y aislar al país, entre otros propósitos.

Pese a todos los intentos políticos y mediáticos del Occidente para mostrar el programa nuclear de Irán como una “amenaza”, Teherán ha dejado claro que sus actividades nucleares son totalmente pacíficas y que el arma nuclear no tiene cabida en la doctrina nuclear defensiva del país.

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