Publicada: domingo, 9 de marzo de 2025 16:59
Actualizada: lunes, 10 de marzo de 2025 3:44

Nuestros países, globalmente hablando, a excepción del régimen sionista israelí están en peligro en múltiples aspectos: económico, militar, cultural, entre otros.

Esto, a manos de un régimen estadounidense que, en forma exacerbada, pretende imponer su visión de mundo de la mano de un líder megalómano y arrogante.

Un Donald Trump que llega por segunda vez a ocupar el salón oval de la Casa Blanca, al mando de un peligroso grupo de trastornados, que encabezados por este líder fatuo, dotado de una perspectiva de destino manifiesto, que pone en un estado de perturbación, aún más potente, al planeta. Un personaje que repite constantemente que su labor es digna de alabanzas, que su “revolución del sentido común” está barriendo con el mundo, aunque ello signifique despreciar al 96% de la humanidad, a las organizaciones internacionales y todo lo que represente, según su conducta hegemónica un peligro para los intereses estadounidenses.

El blondo multimillonario devenido mandatario y su claque de aduladores, un rebaño obsequioso y complaciente, que además ocupan los principales cargos de gobierno y las instituciones civiles y militares que sostienen el poder de este país, suelen afirmar que la defensa de los derechos humanos es simplemente parte de lo que esa casta y sus incondicionales en el mundo denominan sin pudor y escaso conocimiento histórico: la cultura woke (1) imponiendo una narrativa desinformada y manipulada.

Con ello se genera una conducta de rechazo a todo lo que signifique defensa de los derechos sociales, económicos, políticos u otras conquistas conseguidas a costa de sangre y sudor. Todo eso para el mundo trumpiano es desechable y despreciable.  Un Trump lanzado a desbaratar incluso el fragilísimo desbalance del poder que vivimos en el planeta.  No hay rincón en el mundo que no tenga a alguno de sus países amenazados.

Hablo de intimidaciones, ya sea por un alza de aranceles comerciales, el intento de comprar territorios de ultramar, declarar grupos terroristas a grupos de narcotráfico y con ello culpar a los gobiernos como es el caso de México por la catástrofe en salud pública que en Estado Unidos significa, no sólo el consumo de fentanilo, sino de otras numerosas drogas de las cuales la sociedad estadounidense, es el principal consumidor del mundo. Una realidad denunciada por la mandataria mexicana Claudia Sheinbaum (2). Un Trump que ha definido que su vecino canadiense debe formar parte del estado N° 51, que Dinamarca debe entregar Groenlandia, que el canal de Panamá debe volver al dominio de Washington, como también la amenaza esgrimida contra el pueblo palestino de volver a experimentar el infierno genocida, entre otras conductas.

Lo sostenido se une a la constante práctica de los procesos de desestabilización que lleva a cabo Washington contra gobiernos considerados enemigos del fundamentalismo cristiano estadounidense y su visión hegemónica del mundo con características populistas, racistas y un exacerbado nacionalismo, donde el concepto de multilateralidad no tiene cabida.  Un Trump cuya máxima parece ser el “lo mío es mío, lo que parece nuestro es igualmente mío y lo tuyo lógicamente me pertenece”.

Traigo a colación una interesante reflexión publicada en un medio el año 2016, durante el primer triunfo de Donald Trump que señalaba “La victoria de Trump ha sido la victoria del puñetazo en la mesa, del discurso del odio y del hartazgo. La confirmación, en definitiva, de que el populismo es un fenómeno mundial que, según las latitudes y coordenadas, puede adquirir distintos signos y rostros. Es evidente que las élites tienen que renovarse profundamente para volver a conectar con una ciudadanía que, para expresar su descontento, se acerca peligrosamente al precipicio totalitario. Nunca como ahora vamos a necesitar la movilización y la implicación de los moderados en la vida social y política” (3) Una trágica repetición.

Ataques contra Irán

Tal es el caso de los ataques permanentes de Washington contra la República Islámica de Irán, sujeta a continuas presiones, sanciones, embargos, bloqueos. Una política de máxima presión llevada a cabo desde el momento mismo el triunfo revolucionario el año 1979 e impulsada, fundamentalmente, por las presiones ejercidas por el lobby sionista en Estados Unidos, que responde a la política exterior estadounidense de alianza estrecha con el sionismo israelí.

Una política de coacción visualizada y concretada en los ataques contra Irán por su programa nuclear, con fuerte presiones a la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA) que se supone un ente técnico, para elaborar tener un desenlace narrativo, que viene como anillo al dedo a las pretensiones de Washington y los suyos. Informes que suelen concluir que la nación persa viola el acuerdo nuclear firmado bajo el formato G5+1 el año 2015 y del cual Estados Unidos tras la toma de posesión de la primera administración de Trump los comenzó a violar flagrantemente, borrando con el codo lo que el anterior presidente Barack Obama había firmado bajo una gran expectación mundial.

Conducta que a la luz de lo que el propio articulado del llamado Plan Integral de Acción Conjunta (PIAC) fundamentalmente en sus artículos N° 26 y N°36 permite a Irán avanzar con su programa nuclear en el área de enriquecimiento de Uranio, más allá del 3,67%, con posibilidad de almacenarlo en una cantidad superior a los 300 kilos y tener operativas más de 5.060 centrifugadoras. Decisión establecida, precisamente, porque su contraparte (Estados Unidos, Francia, el Reino Unido y Alemania) no han cumplido ninguna de las obligaciones emanadas de la firma del documento de acuerdo, principalmente el fin de las sanciones.

Así lo ha confirmado, por ejemplo, otro de los miembros del original G5+1 como es la federación rusa que a través de Mijaíl Uliánov, representante del país euroasiático ante las organizaciones internacionales en Viena, quien defiende la postura iraní en el tema nuclear  al señalar que “en respuesta a la política de “presión máxima” de Estados Unidos, Irán muestra una gran paciencia, cumpliendo con sus compromisos en el marco del acuerdo nuclear y otros acuerdos internacionales hasta febrero de 2021.

Ulianov consigna que las decisiones tomadas por Irán en función del tema del enriquecimiento de uranio son parte del libre ejercicio que le otorga la resolución N° 2231 del consejo de seguridad de la ONU. Por tanto “el aumento del 60 % en la producción de uranio de Irán, es una decisión soberana de Irán producto de las acciones “irresponsables” de Estados Unidos, Reino Unido, Alemania y Francia, quienes, según el diplomático ruso, debilitan en forma deliberada el PIAC y aquellos acuerdos alcanzados con la AIEA y su presidente Rafael Grossi en noviembre del 2024 en Teherán (4)

Con Trump y su equipo de gobierno se ha intensificado el peligro que se aventure una acción militar junto al régimen sionista, que implique atacar las instalaciones nucleares de Irán lo que traería consigo, en forma indudable y justa que Teherán responda con todo su poder de fuego contra las estructuras militares y nucleares de Dimona, en el desierto del Neguev. Trump y su bravuconería llevan a cabo una puesta en escena peligrosa, que genera inestabilidad, al imponer más sanciones e intimidar con planes de atacar a Irán, apoyando ideas descabelladas como atacar el programa nuclear de la república islámica. Tal conducta demanda una respuesta mancomunada de organismos internacionales, que alerten el camino de guerra total con una política exterior prosionista estadounidense.

Efectivamente, el aval de Trump y su gabinete belicista da alas para que el régimen nacionalsionista sienta que tiene vía libre para llevar a cabo acciones de guerra directa contra Irán y haya repetido en múltiples ocasiones, en el marco del genocidio llevado a cabo contra Gaza, que es parte de su estrategia el concretar un ataque a la nación persa

El diario sionista Jerusalem Post en su edición del 19 de febrero de 2025 señaló que “Oficiales israelíes han dejado claro que el ejército israelí tiene la capacidad de atacar los sitios nucleares de Irán. Israel está esperando la apertura diplomática del presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, con Teherán, sostuvieron fuentes del gobierno sionista. Declaraciones del ministro de Defensa, Israel Katz, el 26 de enero, informes de The Wall Street Journal y The Washington Post, más un informe del diario Al Arabiya, han indicado que la acción potencial podría llegar en los próximos meses” (5)

Plan peligrosísimo a todas luces, teniendo claro que Irán responderá con todas las fuerzas, si hay ataques a sus instalaciones en Fordo, Natanz u otras infraestructuras de su complejo nuclear iraní. Y como objetivo fundamental la instalación nuclear nacionalsionista como es Dimona será el blanco privilegiado. Es evidente que Irán tiene como elementos distintivos de su política interna y externa conceptos como soberanía, dignidad, defensa, integridad territorial. Parte indisoluble de la revolución islámica y que no son negociables.

Si Washington y su testaferro israelí llevan adelante un ataque contra Irán el conjunto de Asia occidental se verá afectado con resultados desastrosos para el conjunto del planeta. Esto teniendo presente que, esta región del mundo es fuente principal de recursos energéticos como petróleo y gas. Como también dotada de dos pasos marítimos fundamentales como son el Estrecho de Ormuz en el golfo Pérsico y Bab el Mandeb, paso entre el Océano Índico y el mar Rojo, que da paso al Canal de Suez.

Un Discurso Demencial

El primer mes y medio de Trump al mando, por segunda vez,  de la nación estadounidense y su discurso ante el Congreso de Estados Unidos mostró en toda su dimensión la necesidad de trabajar por alertar sobre el peligro de dirigentes incendiarios, falto de escrúpulos, soberbios, arrogantes y belicosos, incluso con sus propios aliados, como se ha evidenciado con sus supuestos miembros de la cofradía de la Unión Europea – cuyos miembros son también, mayoritariamente miembros de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) –

Un discurso que se dedicó íntegramente a profundizar sobre lo que hará y lo que ya ha hecho, como si ello constituyese una labor digna de elogios urbi et orbi. En una hora y medio de alocución sólo dedicó 6 minutos a la política exterior: gran parte del tema a Ucrania y menos de un minuto Gaza y sus ideas enloquecidas. Además de reiterar su pretensión de apoderarse del canal de Panamá y comprar Groenlandia (6)

Una perorata destinada a atacar a sus opositores demócratas a los cuales califica de “lunáticos de izquierda” aunque no tenga un punto que los ubique en una pensamiento o práctica de defensa de los derechos sociales, de una política exterior colaborativa. Como también atacar opositores, ofender hasta el cansancio al ex presidente Joe Biden, sacar al ruedo viejas rencillas y sobre todo alertar que lo suyo serán cuatro años de vociferar que es el político más grande del mundo, que en un mes y medio ha hecho más que en veinte años.

En su arenga el mundo demócrata – incluso parte de los congresistas de ese sector abandonó la sala - mostró su rechazo a la conducta tomada respecto al ex presidente ucraniano Volodimir Zelenski y el posible abandono del apoyo a Ucrania. Trump simplemente hizo caso omiso de esa muestra de adhesión demócrata a Kiev cerrando su discurso respecto a la “inevitable renovación del sueño americano". Dirigiéndose a los demócratas los desafió y señaló “¡Solo estamos empezando!"

Y claro, en el plano externo específicamente ya ha comenzado sus particulares guerras. Un personaje que está llevando adelante una política de decisiones arancelarias a diestra y siniestra, que involucra fuertemente a dos países importantísimos en materia de su comercio como son México y China, como también amenazó con imponer aranceles al mundo europeo, a la India y Rusia echando por tierra la esperanza que se tenía de restablecer relaciones rotas absolutamente bajo el gobierno del ex presidente Joe Biden.

Las palabras de Trump en el congreso estadounidense son la muestra de una narrativa más mesiánica que realista al insistir, en su principal arma arrojadiza, como son el aumento de los aranceles en el planod el comercio del gigante estadounidense con el resto del planeta que “pretenden – según Trump - que Estados Unidos vuelva a ser rico y grande. Y está ocurriendo, y ocurrirá con bastante rapidez. Habrá una pequeña perturbación, pero estamos bien con eso. No será mucho” concluyó el altanero mandatario estadounidense.

Lo que observamos de Trump es una visión y una práctica de caballo desbocado, lanzado a la carrera como una locomotora sin freno, que causa la euforia de personajes tan enloquecidos como Trump, como es el caso del magnate Elon Musk, asesor en materia de eficiencia gubernamental, el mandatario argentino Javier Milei y sus gritos de batalla libertarios, que no pueden ocultar las tramas con criptomonedas que lo tienen al filo de acusaciones criminales y que además significará también decisiones en materia arancelaria pues una cosa es que personajes como Milei u otros Trump Lover, tengan al mandatario estadounidense en un altar y otra cosa distinta es que el multimillonario los respete.  Y Trump es de ese tipo de personajes que no respeta nada ni a nadie.  

Pablo Jofré Leal

Artículo para HispanTV

Permitida su reproducción citando la fuente.

  1. El diccionario Oxford define lo woke como “estar consciente de los temas sociales y políticos; en especial, del racismo” Anglicismo. Conjugación en pasado del verbo ‘wake’, que significa despertar. Aunque el término woke se ha popularizado a gran escala durante la última década, lleva prácticamente un siglo empleándose en Estados Unidos. Su origen está estrechamente relacionado con las luchas sociales de los afroamericanos: después de que esta comunidad llevase ya un tiempo utilizando con fuerza el concepto wake up (despierta) como llamamiento para reivindicar derechos, el legendario cantante y músico Lead Belly pronunció las palabras stay woke en 1938, tras interpretar una canción sobre unos afroamericanos que fueron falsamente acusados de violación. En este caso, al decir stay woke, la intención de Lead Belly era alertar a la población negra para andar con cuidado y fuesen con los ojos bien abiertos, para así evitar que las autoridades les acusasen injustamente de cosas que no habían hecho. https://www.elconfidencial.com/cultura/2024-02-27/woke-que-significa_3838667/
  2. La presidenta de México ha denunciado que ocho de cada diez procesados por tráfico de drogas en Estados Unidos son personas de nacionalidad estadounidense. “No puede ser que el tema sea: México es el responsable del consumo de opioides en los Estados Unidos. O sea, no, cada uno que asuma la parte de su responsabilidad”, reviró. La mandataria federal señaló que el problema de consumo de drogas también es un problema de salud pública que no se atiende en Estados Unidos y que es un tema que debe reconocer el gobierno estadounidense. La jefa del Ejecutivo federal señaló que una de las razones que desató la crisis de consumo de opioides en Estados Unidos fue “la aprobación irresponsable de fármacos por parte de la FDA (Administración de Alimentos y Medicamentos) https://oem.com.mx/elsoldemexico/mexico/no-se-puede-culpar-a-mexico-del-consumo-de-opioides-en-eu-sheinbaum-21984234
  3. La victoria de Trump ha sido la victoria del puñetazo en la mesa, del discurso del odio y del hartazgo. La confirmación, en definitiva, de que el populismo es un fenómeno mundial que, según las latitudes y coordenadas, puede adquirir distintos signos y rostros. Es evidente que las élites tienen que renovarse profundamente para volver a conectar con una ciudadanía que, para expresar su descontento, se acerca peligrosamente al precipicio totalitario. Nunca como ahora vamos a necesitar la movilización y la implicación de los moderados en la vida social y política. Artículo de Pablo Blazquéz en https://ethic.es/2016/11/trump-y-el-triunfo-de-la-antipolitica/
  4. https://es.irna.ir/news/85769721/Rusia-Las-amenazas-de-usar-la-fuerza-militar-contra-Ir%C3%A1n-son
  5. https://www.jpost.com/spanish/noticias-del-medio-oriente/article-842567
  6. Durante casi 100 minutos, más que ningún otro presidente estadounidense antes que él, Donald Trump se centró, sobre todo, en Estados Unidos... y en sí mismo. Habló de la inflación, de la que es culpable el Gobierno anterior, aseguró, pero no respondió a la pregunta de cómo combatirla. En cambio, alabó las medidas de su asesor Elon Musk para reducir la burocracia. https://www.dw.com/es/el-discurso-de-trump-duro-hacia-fuera-polarizador-hacia-dentro/a-71836956