“Es necesario ser cautelosos para evitar que la violación de este acuerdo por parte de Israel se convierta en algo rutinario”, ha remarcado el jefe del Poder Legislativo de Irán, Mohamad Baqer Qalibaf, en una conversación telefónica mantenida este sábado con su homólogo libanés, Nabih Berri.
El máximo legislador persa ha expresado su satisfacción por el cese de las hostilidades por parte de Israel en Líbano y ha elogiado a Berri por su papel “muy importante y eficaz” en la consecución del alto el fuego en medio de esas difíciles circunstancias.
“La República Islámica de Irán apoya al gobierno, al parlamento, al pueblo y a la resistencia libaneses, así como sus decisiones”, ha agregado.
En otra parte de sus comentarios, el presidente del Parlamento iraní ha alertado que los recientes ataques de los grupos terroristas takfiríes en Siria tienen como objetivo asegurar los objetivos del régimen israelí.
Ha afirmado que, “en las circunstancias actuales, es imperativo gestionar la situación en la región de Asia Occidental con seriedad y coordinación”.
Por su parte, el presidente del Parlamento libanés ha elogiado la constante ayuda de Irán a su país.
“Con la ayuda de Irán, el Líbano ha logrado enfrentarse a un depredador brutal llamado Israel, que buscaba tragarse toda la región”, ha recalcado Berri.
Asimismo, Berri ha confirmado que “las zonas del sur del Líbano, incluidas Bekaa y Dahiyeh, se encuentran actualmente en una buena situación”.
“Alrededor de 1,3 millones de refugiados libaneses están regresando a sus hogares”, ha afirmado.
A las 4 de la mañana del pasado miércoles, hora de Beirut, entró en vigor un alto el fuego de 60 días en Líbano, tras un acuerdo entre Israel y Hezbolá que pondrá fin a más de un año de disparos transfronterizos y a dos meses de guerra abierta entre ambas partes.
El régimen sionista se vio obligado a aceptar la tregua bajo la presión internacional, así como por la resistencia del pueblo libanés y la valentía de los combatientes del Movimiento de Resistencia Islámica del Líbano (Hezbolá).
La agresión militar israelí contra el territorio libanés provocó la muerte de 3,768 personas y dejó más de 15,699 heridos.
ght/rba