Publicada: viernes, 29 de noviembre de 2024 13:27

La situación en Alepo es bastante tensa en este momento. En los últimos tres días, grupos terroristas lanzaron un ataque a gran escala contra las fuerzas gubernamentales en el noroeste del país.

Este ataque ha provocado intensos enfrentamientos y ha desplazado a miles de familias. De hecho, lo que está ocurriendo en Siria hoy en día ofrece una imagen clara de una compleja partida de ajedrez internacional, que se juega en silencio a través de sus actores locales, con el fin de reconfigurar y fragmentar el país árabe.

Estados Unidos y sus aliados están impulsando sus intereses y ambiciones, sin límites, buscando cumplir sus objetivos estratégicos utilizando una vasta gama de herramientas sobre el terreno. Estas herramientas incluyen, entre otras, el grupo Hayat Tahrir al-Sham (anteriormente conocido como Frente al-Nusra), y otras agrupaciones extremistas.

Por eso, Alepo, que sigue pagando un precio muy alto en su lucha contra las organizaciones terroristas de todos los tipos, no es una excepción. Los últimos desarrollos en la ciudad forman parte de un largo proceso que comenzó hace varios años, impulsado por las agencias de inteligencia estadounidenses e israelíes, con el apoyo árabe y bajo la supervisión de potencias occidentales.

Durante este tiempo, se ha fomentado el crecimiento de grupos takfiríes con el objetivo de cumplir con una agenda de destrucción de Alepo, una ciudad que ha librado batallas durísimas para defender su integridad y la de su gente, pagando un costo humano considerable. No obstante, cada vez ha salido más fuerte y decidida. Día tras día, se pueden ver operaciones militares exitosas ejecutadas por las fuerzas del ejército sirio y sus aliados, que continúan avanzando en múltiples frentes, mientras las facciones armadas se ven obligadas a sufrir derrotas y retrocesos.

 

El fracaso del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, en su guerra genocida contra la asediada Franja de Gaza y la extensión de su fracaso a Líbano, refleja la incapacidad de Israel para alcanzar sus objetivos en la región. Frente a este panorama, el régimen sionista está buscando ampliar el conflicto, apoyando incondicionalmente a las organizaciones armadas y extremistas para debilitar la unidad y estabilidad de Siria, todo esto en línea con los intereses estratégicos de Washington y Tel Aviv en la región.

Israel ha intensificado sus operaciones militares en Siria, cruzando todas las líneas rojas, atacando aeropuertos civiles y edificios residenciales en Damasco y sus alrededores, lo que ha causado la muerte de decenas de civiles.

De hecho, el complot contra Alepo ha alcanzado su punto máximo en medio de la crisis actual, con el terrorismo intensificando su ataque mediante bombardeos indiscriminados en varios de sus barrios.

Entre los objetivos se encuentran las zonas residenciales de Al-Qubtan, Jabal Haur, Jabal Sheikh Aqil, Baseratoun, Bala y las zonas cercanas a la ciudad de Darat Izzah al oeste de Alepo, dejando tras de sí un alto número de muertos y heridos.

Todo esto ocurre después de más de 13 años de fracasos en la consecución de sus objetivos, mientras el plan occidental sigue adelante, ejecutado a través de actores árabes y musulmanes, así como extremistas para crear caos y debilitar a Siria. Todo ello debido a la importancia estratégica y militar que este país tiene como jugador clave en la región.

En este contexto, una de las principales razones por las que las facciones terroristas han intensificado sus ataques sobre Alepo y sus instituciones gubernamentales es su fracaso y desesperación en el campo de batalla. Con la continuación de la apertura de negociaciones para que estos grupos entreguen sus armas y se unan al ejército sirio, sus esfuerzos se han limitado a sembrar el caos y tratar de desestabilizar las zonas liberadas. Además, están aprovechando las tensiones regionales e internacionales, que incluyen los recientes ataques israelíes en Gaza y el sur de Líbano.

La intensidad de los combates actuales en Alepo y la confusión de actores como Turquía, Israel y EE.UU. sugieren que nos encontramos en la fase final de este conflicto, con importantes giros estratégicos y políticos en juego. La pregunta que muchos se hacen, tanto dentro como fuera de Siria, es: ¿A dónde se dirigen los acontecimientos en Alepo?

 

En resumen, el ejército sirio ha enviado mensajes claros a sus enemigos desde Alepo: el pueblo sirio está decidido a llevar a cabo grandes operaciones de liberación en Idlib. Un golpe de hierro está por llegar y no habrá piedad para los conspiradores, sin importar quién los respalde.

En pocas palabras, los sirios renuevan hoy su determinación de continuar la lucha para liberar su país del terrorismo de Al Qaeda y sus diferentes ramas. Por lo tanto, las próximas horas podrían traer más sorpresas y desarrollos. Todos los indicios apuntan a la resistencia y perseverancia del ejército sirio, que está decidido a dar un golpe definitivo a la batalla, tras haber demostrado su solidez, cohesión y capacidades excepcionales en el terreno militar.

Por Mohsen Khalif