“Este ataque atroz contra las ayudas humanitarias es una violación flagrante del derecho internacional y un acto horrendo contra los esfuerzos destinados a salvar vidas humanas”, subrayó el viernes el representante permanente de Irán ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Amir Said Iravani, en cartas remitidas al jefe de la ONU, António Guterres, y a la presidenta del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas (CSNU), Pascale Baeriswyl.
El ataque israelí al hospital de campaña de Irán ocurrido el miércoles destruyó ambulancias y todo el equipo médico y ayudas humanitarias dentro de las instalaciones ubicadas en la frontera sirio-libanesa. El hospital se creó para ayudar a los libaneses desplazados y albergaba suministros de alimentos, equipos médicos y medicamentos.
El embajador persa ante la ONU detalló que las instalaciones destruidas “incluían equipos humanitarios vitales, entre ellos 200 camas hospitalarias, un hospital de campaña completamente equipado con 56 camas y equipos médicos avanzados, unidades de producción de oxígeno, suministros médicos importantes, dos panaderías móviles, alimentos y agua potable, 5000 paquetes de alimentos y otros suministros esenciales para refugios”.
Iravani afirmó que la Media Luna Roja de Irán había informado oficialmente al Comité Internacional de la Cruz Roja sobre su intención de establecer este centro de ayuda humanitaria, y fustigó a Israel por arrasar una instalación civil centro en un ataque “brutal y terrorista”.
Denunció que “el ataque deliberado a las instalaciones humanitarias y médicas por parte del régimen israelí […] se considera un crimen de guerra” y pidió al Consejo de Seguridad que condene enérgicamente la acometida.
“El derecho internacional debe ser respetado y considerado vinculante; crímenes tan atroces no pueden quedar sin respuesta. En este sentido, el Consejo de Seguridad debe actuar para garantizar la rendición de cuentas y prevenir la repetición de estos crímenes”, agrega la misiva.
El embajador persa llamó al Consejo de Seguridad a cumplir su responsabilidad de proteger a los civiles, trabajadores humanitarios y las instalaciones médicas ante las agresiones sistemáticas de Israel al Líbano y la Franja de Gaza.
Desde el pasado septiembre, Israel ha intensificado sus ataques devastadores contra varias ciudades del Líbano y ha desplazado a casi un millón de personas. Más de 2100 personas han perdido la vida desde octubre de 2023, cuando el régimen ocupante empezó a atacar zonas pobladas del Líbano so pretexto de combatir al movimiento de Resistencia libanés Hezbolá.
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