Los ministros europeos de Relaciones Exteriores han impuesto este lunes sanciones a 11 dirigentes y cuatro entidades de Irán, incluyendo la Policía, por lo que han dado en llamar la represión de las últimas protestas en el país por la muerte de Mahsa Amini.
La lista de sancionados incluye a la Policía de Irán y uno de sus jefes, Mohamad Rostami Cheshme, a la Fuerza de Resistencia Popular (Basich) y la Fuerza Disciplinaria, además de funcionarios como el ministro de Tecnología de la Información y Comunicaciones de Irán, Isa Zarepur.
Estos funcionarios tendrán prohibido el ingreso al espacio europeo, y eventuales activos que personas o entidades posean en esta zona resultarán congelados.
A su llegada a la reunión que sus homólogos de la UE celebran hoy en Luxemburgo (Bélgica), la ministra de Exteriores alemana, Annalena Baerbock, ha dicho que este será “un primer paquete de sanciones” contra Irán. De hecho, no ha descartado que el bloque apruebe más medidas restrictivas.
Las sanciones de la UE llegan, pese a que Irán venía amenazando con reaccionar proporcional y recíprocamente a dicha decisión del bloque.
A pesar de que han quedado bien demostrados los daños materiales y las víctimas mortales causados por los alborotadores en los disturbios de Irán, la UE ha denunciado desde el principio el “uso generalizado y desproporcionado de la fuerza” contra los agitadores.
Sin embargo, Teherán asegura que se reserva el derecho a garantizar la seguridad nacional, y ha prometido no permitir que nadie genere inestabilidad en el país.
La República Islámica ha advertido contra toda injerencia en sus asuntos internos, además de dejar en claro que responderá de modo recíproco a cualquier sanción a sus autoridades.
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