• Una vista general de la embajada de EE.UU. en Bagdad, capital iraquí.
Publicada: jueves, 16 de mayo de 2019 10:19

Irán asegura que no constituye ni la más mínima amenaza para Irak ni cualquier otro país, y dice que enfrenta “una guerra psicológica” para demonizar a Teherán.

“Irán no representa la más mínima amenaza para nadie en Irak ni en cualquier parte del mundo, tampoco pretende atacar algún lado y nunca ha tenido una estrategia bélica contra ningún país. De acuerdo con la historia, Irán siempre se ha defendido ante las amenazas”, ha puesto de relieve la representación de Irán ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU), en un comunicado recogido este jueves por los medios locales.

La misión diplomática de Irán en la ciudad estadounidense de Nueva York, asimismo, ha considerado que los recientes actos que buscan crear tensiones en la región forman parte de “la guerra psicológica”, emprendida por EE.UU. para tergiversar la imagen del país persa a nivel internacional. Este proyecto, por supuesto, tampoco “podrá poner de rodillas a la nación iraní”, enfatiza.

La evacuación parcial de la embajada y consulados de EE.UU. en Irak y la recomendación a los estadounidenses para que salgan de ese país árabe por supuestas razones de seguridad suponen el “último guion de la guerra propagandística de EE.UU. contra Irán”, ha indicado la representación iraní.

EE.UU., reprocha la comisión iraní, recurre a “errónea información de Inteligencia” y la usa como pretexto para abrir un frente de guerra. En realidad, se trata de una antigua estrategia de Washington que consiste en inventar incidentes para justificar las agresiones que lanza contra otros países.

Irán no representa la más mínima amenaza para nadie en Irak ni en cualquier parte del mundo, tampoco pretende atacar algún lado y nunca ha tenido una estrategia bélica contra ningún país. De acuerdo con la historia, Irán siempre se ha defendido ante las amenazas”, ha indicado la representación de Irán ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

 

Justo en la misma jornada del miércoles, las Fuerzas Armadas alemanas anunciaron la suspensión de sus operaciones de entrenamiento en Irak y comunicaron que se encuentran en estado de máxima alerta. Los Países Bajos, siguiendo los pasos de Berlín, adoptaron la misma medida.

La revista germana Focus Online informó que la decisión fue coordinada con la llamada “coalición contra EIIL (Daesh, en árabe)”, que lidera EE.UU. bajo la controvertida consigna de luchar contra los extremistas takfiríes.

Washington ha exacerbado la tensión en la región con acciones, como el anuncio, a comienzos de este mes, del asesor de Seguridad Nacional de EE.UU., John Bolton, de enviar a Oriente Medio el portaviones nuclear USS Abraham Lincoln, junto con una unidad de bombarderos, en una advertencia a Irán de que “cualquier ataque a los intereses” de EE.UU. o a los de sus aliados” en la región sería respondido con “una fuerza implacable”.

El Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica (CGRI) de Irán considera, sin embargo, los movimientos del Comando Central de EE.UU. (Centcom) en la región como parte de una “guerra psicológica” de la Casa Blanca contra la República Islámica.

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