El Congreso peruano busca controlar y sancionar a las ONG con apoyo del Ejecutivo, generando rechazo global. Mientras Joe Biden respaldó su financiamiento vía USAID, el posible regreso de Donald Trump provocó su retiro. Dina Boluarte las ha acusado de proteger delincuentes y de malgastar recursos.
El rechazo del Gobierno y sectores conservadores hacia las ONG de derechos humanos no es casualidad. Su postura responde a intereses políticos e históricos que buscan deslegitimar su labor.
El rechazo ciudadano al Congreso y al Ejecutivo crece, pues sus medidas parecen priorizar intereses privados.
Diversos colectivos nacionales e internacionales denuncian que esta iniciativa busca hostigar a las ONG, ya que considera que responden únicamente a intereses políticos.
Aarón Rodríguez; Lima.
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