En Perú, se realizó un paro de transportistas debido a la falta de control del Gobierno frente a la delincuencia. Mientras la inseguridad ciudadana crece, la inacción del ministro del Interior agrava la crisis. Las protestas en varias regiones reflejan el descontento y la inestabilidad del país.
La movilización realizada por los transportistas fue minimizada por el Ejecutivo con el argumento de que tiene un trasfondo político.
El país enfrenta una creciente ola de violencia, agravada por la complicidad de las autoridades que protegen a los delincuentes, mientras la población exige una reforma.
Desde el Ejecutivo, se cuestiona el paro de transportistas, alegando que su denuncia sobre la ola de inseguridad responde a una motivación política, pese a que las cifras reflejan una crisis real.
Aarón Rodríguez, Lima.
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