Según el organismo, la Policía y las Fuerzas Armadas del país peruano sí recurrieron a un “uso desproporcionado, indiscriminado y letal” de la fuerza contra los manifestantes que exigían la renuncia de la presidenta Dina Boluarte. También ratificó que hubo una grave violación de derechos humanos en Ayacucho y Puno, provincias donde la represión por parte de las autoridades fue mucho más violenta.
La CIDH concluyó que en Perú los manifestantes sí sufrieron de un uso excesivo de la fuerza por parte de los policías y militares. De esta manera, se comprueba una vez más que durante el gobierno de Dina Boluarte se perpetuó una serie de violaciones de derechos humanos contra el pueblo peruano.
El organismo de la Organización de los Estados Americanos (OEA) calificó de “masacre” la represión policial y militar que ocurrió en Ayacucho. Mientras que, en Juliaca, Puno, ratificó que utilizaron el uso excesivo de la fuerza.
La CIDH finalmente recomendó al Estado peruano que haga un monitoreo a las víctimas e indemnice a sus familiares.
La CIDH no es el único organismo que confirma la violenta represión policial y militar que ocurrió durante las protestas en Perú, la ONG Human Rights Watch (HRW) también ratificó que las autoridades cometieron una serie de violación de derechos humanos contra los manifestantes.
Aarón Rodríguez, Lima.
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