Los extremistas judíos irrumpieron el viernes el recinto de la mezquita, situada en la ciudad de Al-Jalil (Hebrón), en el sur de la Cisjordania ocupada, bajo el pretexto de la fiesta judía conocida como Chayei Sarah (Vida de Sara), en un momento en que el lugar sagrado estaba cerrado a los fieles palestinos. Allí, los colonos y el ministro extremista profanaron el lugar sagrado con cantos y bailes.
El director de la mezquita, Mutaz Abu Sneineh, dijo que las fuerzas de ocupación expulsaron a los empleados y fieles palestinos del recinto sagrado, cerraron el lugar hasta la tarde del sábado, y reforzaron su presencia en los puestos de control y las puertas que conducen al lugar en preparación para la incursión de los colonos.
#LATEST — Israeli Minister Itamar Ben-Gvir and Jewish settlers reportedly entered the Ibrahimi Mosque in Palestine, performing rituals pic.twitter.com/AYeOSuqycC
— Türkiye Today (@turkiyetodaycom) November 22, 2024
Por su parte, Aref Jaber, miembro de un comité local que trabaja para defender Al-Jalil contra las violaciones israelíes afirmó a la agencia turca de noticias Anadolu que “el ejército israelí cerró completamente la Ciudad Vieja de Hebrón [donde se encuentra la mezquita Ibrahimi] e impuso un toque de queda a la gente”.
Detenido un palestino con discapacidad durante asalto de extremistas judíos a mezquita Ibrahimi
Activistas palestinos denunciaron que el ejército israelí arrestó violentamente a un joven palestino con discapacidad en el barrio de Yaber después de que las autoridades hayan impuesto el toque de queda y hayan cerrado numerosas calles.
La ciudad de Hebrón, donde se encuentra la mezquita Ibrahimi, alberga a unos 160 000 musulmanes palestinos y a unos 800 colonos israelíes notoriamente agresivos que viven en recintos fuertemente custodiados por unos 1500 soldados israelíes. En 2017, el Comité del Patrimonio Mundial afiliado a la UNESCO declaró la mezquita Ibrahimi Patrimonio Mundial Palestino.
La mezquita sufrió una masacre perpetrada hace treinta años por un colono terroristas israelí, quien irrumpió en el lugar y abrió fuego contra los fieles musulmanes palestinos, matando a 29. Después de la masacre, la mezquita se dividió en dos, y la parte más grande se convirtió en una sinagoga mientras se impuso un escrutinio estricto a los palestinos y se les cerraron completamente algunas zonas.
Las provocativas incursiones de los extremistas judíos, encabezados por Ben-Gvir, en los lugares de culto musulmán en Al-Quds (Jerusalén) y Cisjordania, han disparado las tensiones en los territorios ocupados palestinos.
Las autoridades palestinas han advertido que los repetidos asaltos de colonos judíos a los lugares sagrados musulmanes y los incendiarios llamamientos de ministros israelíes, entre ellos Ben-Gvir, a ocuparlos o convertirlos en sinagogas, son “intentos por arrastrar a la región a una guerra religiosa que acabará con todo”.
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