Mientras la invasión de la entidad sionista en Gaza, que ya lleva más de dos meses, está arrasando todo el enclave palestino, provocando una catástrofe humanitaria con poco final a la vista, la capital de Reino Unido, Londres, vuelve a ser escenario de actos contra el genocidio israelí.
Frente a la Royal Society of Arts, donde se celebra una cumbre para la inversión en 1300 nuevas empresas israelíes, los manifestantes critican invertir el dinero de los británicos en un régimen de apartheid.
También en Europa, los alemanes salieron a las calles de Berlín, la capital, para denunciar el mascare israelí. Y en España, decenas de personas colocaron al menos 900 pares de zapatos en la plaza de Cibeles, frente al Ayuntamiento de Madrid, como homenaje a las víctimas gazatíes de la guerra de Israel.
Los participantes, además, expresaron su apoyo a la Resistencia palestina, al llevar pancartas, en las que se leían: resistir no es terrorismo.
En el otro lado del mundo, decenas de estadounidenses cerraron una importante autopista en el centro de Los Ángeles, para pedir un alto el fuego en la Franja de Gaza.
Pese a que cada día aumenta el rechazo mundial a la matanza sin precedente que está realizando el régimen de ocupación en el enclave palestino, con el apoyo diplomático y militar del Gobierno de Estados Unidos, nada parece afectar la política israelí ni la estadounidense al respecto.
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