“¿Cuántas vidas más tendrán que perderse antes de que se pueda impartir una pulgada de justicia en el territorio palestino ocupado?”, cuestionaron el miércoles expertos de la ONU ante la muerte del líder palestino Jader Adnan, en huelga de hambre por casi tres meses.
Para Francesca Albanese, relatora especial sobre la situación de los derechos humanos en el Territorio Palestino ocupado desde 1967 y Tlaleng Mofokeng, relator especial sobre el derecho de toda persona al disfrute del más alto nivel posible de salud física y mental,“La muerte de Khader Adnan es un testimonio trágico de la política y las prácticas de detención crueles e inhumanas de Israel, así como del fracaso de la comunidad internacional para responsabilizar a Israel frente a las crueles ilegalidades perpetradas contra los palestinos”.
Adnan 45 años murió en su celda el martes por la mañana después de una prolongada huelga de hambre en contra de la política generalizada de Israel de detener arbitrariamente a los palestinos en clara violación de las garantías de un juicio justo y en condiciones abominables.
“La práctica sistemática de la detención administrativa equivale a un crimen de guerra consistente en privar deliberadamente a las personas protegidas del derecho a un juicio justo y regular”, indicaron Albanese y Mofokeng.
El 5 de febrero de 2023, las autoridades israelíes arrestaron a Adnan y poco después inició su huelga. Le acusaban de cargos relacionados con el terrorismo. A pesar del grave deterioro de su salud, las autoridades israelíes se negaron a liberarlo o trasladarlo a un hospital. Los expertos recordaron que el preso palestino fue arrestado al menos 12 veces en el pasado, pasó alrededor de ocho años en prisión, la mayoría en detención administrativa, y estuvo en huelga de hambre cinco veces.
Actualmente, Israel tiene aproximadamente 4900 palestinos en sus prisiones, incluidos 1016 detenidos administrativos que están detenidos por un período indefinido sin juicio ni cargos, en base a información secreta.
El número de detenidos administrativos en los centros de detención israelíes es el más alto desde 2008, a pesar de las reiteradas condenas de los organismos internacionales de derechos humanos y las recomendaciones para que Israel ponga fin de inmediato a la práctica.
Los expertos dijeron que es cada vez más urgente que la comunidad internacional responsabilice a Israel por sus actos ilegales en el territorio ocupado y detenga la normalización de los crímenes de guerra que se han convertido en una realidad cotidiana en la vida de los palestinos.“No podemos separar las políticas carcelarias de Israel de la naturaleza colonial de su ocupación, destinada a controlar y subyugar a todos los palestinos en el territorio que Israel quiere controlar”, puntualizaron.
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