Al menos dos policías israelíes murieron el domingo y otras seis personas, incluidos dos policías más, resultaron heridos en una operación de tiroteo en la ciudad de Hadera, al sur de Haifa (noroeste de territorios palestinos ocupados), realizada por dos hombres de origen árabe de Wadi Ara, quienes también perdieron la vida por disparos de fuerzas del régimen usurpador.
El portavoz del Movimiento de la Yihad Islámica Palestina, Davud Shahab, reaccionó esa misma jornada al operativo, considerando como “necesaria” la adopción de tales iniciativas en las profundidades de los territorios ocupados de Palestina para “prevenir la agresión y el terrorismo” del enemigo israelí.
“La operación de Hadera ha sido una respuesta del pueblo de Palestina y la libre comunidad [islámica] a la malvada reunión a la que asistieron los ministros de Relaciones Exteriores de los países árabes”, enfatizó Shahab, en declaraciones ofrecidas a la cadena libanesa Al-Mayadeen.
De igual modo, agregó que esta acción envió un fuerte mensaje “disuasorio” a los colonos y fuerzas del régimen israelí, que están provocando “destrucción” y “matan a cientos de personas inocentes” en el territorio de Palestina.
Mediante un mensaje emitido al respecto, los Comités de Resistencia Palestinos, a su vez, destacaron que el movimiento de Hadera fue una “bofetada” al “sistema de seguridad e inteligencia del enemigo sionista”.
¿Qué ocurre en Néguev?
El ataque se produjo unas horas antes de que el régimen de Tel Aviv acogiera una cumbre que reunió a los jefes de la diplomacia de EE.UU., Egipto, Emiratos Árabes Unidos (EAU), Baréin y Marruecos en una localidad del desierto de Al-Naqab, o Négev (sur de territorios ocupados de Palestina), en presencia del canciller israelí Yair Lapid.
Entre tanto, los grupos de resistencia palestinos condenaron la reunión y enfatizaron su fuerte oposición a todas las formas de compromiso entre los Estados árabes e Israel. A su juicio, el comportamiento de los cancilleres árabes, que buscan normalizar sus nexos con el régimen sionista, contradice las posiciones e intereses del pueblo palestino y no cumple con las “responsabilidades históricas de proteger Al-Quds (Jerusalén) y Palestina”.
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