Al menos cuatro palestinos han resultado asfixiados este miércoles a raíz de inhalar gases venenosos lanzados por los soldados israelíes para dispersar una multitud congregada en la localidad de Al-Bireh, en la Cisjordania ocupada, frente al asentamiento ilegal israelí de Psagot, según ha informado la Media Luna Roja Palestina (MLRP).
Aunque fuentes oficiales no lo confirman, se espera que Mike Pompeo visite, durante su estancia en los territorios ocupados palestinos, el asentamiento ilegal de Psagot, lo que le convertiría en el primer secretario de Estado estadounidense en dar este polémico paso estando en el cargo.
Los manifestantes palestinos han condenado, con gritos, la visita de Pompeo a Psagot y han calificado la medida de otro intento de la saliente Administración estadounidense, presidida por Donald Trump, de legitimar la ocupación israelí y apoyar los planes del régimen de Tel Aviv de expandir colonias ilegales.
El año pasado, el máximo diplomático estadounidense generó duras críticas a nivel internacional al afirmar que los asentamientos israelíes “no son incompatibles” con la ley internacional, opinión que no ampara el consenso mundial.
La oenegé israelí Paz Ahora ha repudiado, a su vez, en un comunicado emitido hoy la controvertida visita de Pompeo a Psagot, y ha denunciado que, con esta medida, Washington busca legalizar el expansionismo israelí.
“Afortunadamente, este último patético intento de minar las prospecciones de paz normalizando los asentamientos fracasará de mala manera, igual que lo hizo el plan de Trump” para la paz, ha declarado un portavoz de la ONG israelí.
Los palestinos residentes en Al-Bireh denuncian que la expansión del asentamiento Psagot y la confiscación de las tierras en esta región han impedido el desarrollo y el crecimiento del pueblo, que en 1966 tenía 8000 habitantes y hoy tiene una población de más de 80 000.
El asentamiento se encuentra en la llamada Área C de Cisjordania que, según los Acuerdos de Oslo (1993-1995), quedó bajo el control israelí de forma temporal hasta la creación de un Estado palestino, que debía haberse producido en un plazo de cinco años, lo que Israel ha bloqueado con sus planes expansionistas.
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