El Centro Abdolá Al-Hourani de Estudios y Documentación, vinculado a la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), reveló el miércoles en un informe que 44 de los 54 niños murieron durante las manifestaciones pacíficas de la Gran Marcha del Retorno, celebradas en el límite entre la Franja de Gaza y los territorios palestinos ocupados.
A pesar de que estos menores no plantearon ningún tipo de amenaza a los militares israelíes, el ejército de ocupación no dejó de abrir fuego contra ellos, precisó el dossier.
El documento resalta, además, que las fuerzas israelíes detuvieron en el mismo período a más de 900 niños palestinos en la ocupada Cisjordania y en la ciudad de Al-Quds (Jerusalén), 230 de ellos permanecen encarcelados en “condiciones inhumanas”.
El centro subraya que, con estas medidas represivas, Israel viola la Convención internacional sobre los Derechos del Niño y la Convención Contra la Tortura y Otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes.
La última víctima infantil de la agresión israelí fue un menor de 5 años, llamado Ahmad Yaser Abu Abed, quien murió tras recibir “un disparo en el ojo” en las marchas de la ciudad de Jan Yunis, sita en el sur de la Franja de Gaza.
Conforme a fuentes oficiales palestinas, el ejército israelí ha asesinado a más de 220 palestinos y ha dejado heridos a otros 22 000 desde el inicio de las Marchas del Retorno, el 30 de marzo, en el enclave costero, para reclamar el derecho de los refugiados palestinos a regresar a sus hogares.
El alto comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (OACNUDH), Zeid Raad al-Husein, ha advertido en reiteradas ocasiones al régimen de Tel Aviv sobre el uso de la fuerza letal durante los últimos choques con los palestinos, que se han saldado con decenas de muertos y miles de heridos.
myd/rha/nlr/mkh