El índice Tadawul All Share ha caído hasta 3,1 %, liderado por el Banco Al Rajhi y la Corporación Saudí para las Industrias Básicas (SABIC, por sus siglas en inglés), cuyas acciones se redujeron en un 3 %.
Las Fuerzas Armadas yemeníes confirmaron el sábado haber atacado con 10 aviones no tripulados (drones) las instalaciones de la compañía petrolera saudí Aramco, en represalia por las ofensivas de Riad y sus aliados en contra de Yemen.
Estos ataques de represalia han impactado con gran precisión los objetivos determinados, provocando grandes explosiones y amplia destrucción en las instalaciones de Aramco en la Provincia Oriental (Al-Sharqiya), han informado los medios locales.
Las acometidas han reducido los valores del indicador a su nivel más bajo desde marzo. Las acciones de Abu Dhabi, Kuwait y Manama también retrocedieron hasta un 1,3 %.
Esta es una “situación muy tensa”, elevando el riesgo en la región “a niveles sin precedentes”, ha dicho Muhamad Ali Yasin, un conocido estratega emiratí.
Arabia Saudí, a su vez, reconoció que el ataque con aviones no tripulados de las fuerzas yemeníes ha reducido hasta la mitad su producción del petróleo.
El Ejército yemení y los combatientes del movimiento popular Ansarolá, que gozan de tecnología punta en la fabricación de aviones no tripulados y misiles balísticos, han realizado durante los últimos meses decenas de ataques de represalia contra el régimen saudí y sus aliados, y han destruido gran cantidad de objetivos militares y centros estratégicos saudíes.
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Las violentas agresiones saudíes contra Yemen, en muchas ocasiones perpetradas con aeronaves y bombas fabricadas en Estados Unidos y otros países occidentales, han dejado más de 140 000 yemeníes muertos y heridos. La Organización de las Naciones Unidas (ONU) calcula que, si la guerra no se detiene, la cifra de víctimas mortales llegará a 500 000 para finales del año 2020.
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