Publicada: sábado, 1 de febrero de 2025 19:30

El ministro iraní de Asuntos Exteriores, Seyed Abás Araqchi, ha afirmado que Irán es un actor clave para la estabilidad regional.

Por: Xavier Villar

El canciller iraní concedió una entrevista a la cadena catarí Al Jazeera durante su visita a Doha (capital catarí), donde abordó varios temas clave de la actualidad internacional y la relación de Irán con Estados Unidos.

En respuesta a una pregunta sobre la disposición de Irán a negociar con el nuevo gobierno de EE.UU., Araqchi fue tajante:
“Las relaciones entre Irán y Estados Unidos tienen una larga historia, pero lamentablemente, está marcada por episodios de hostilidad y desconfianza. Desde la Revolución Islámica y la creación de la República Islámica, hemos sido testigos de reiteradas acciones en nuestra contra. La retirada unilateral de Washington del acuerdo nuclear (durante el primer mandato de Donald Trump) es solo el ejemplo más reciente. Antes hubo otros episodios, como el asesinato de [comandante de la Fuerza Quds del Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica (CGRI)] el general Soleimani y diversas agresiones que han alimentado esta confrontación. Estos hechos han generado una profunda desconfianza entre ambas naciones, algo que no se puede reparar con meras palabras.

Araqchi subrayó que Teherán sigue de cerca las posturas del nuevo gobierno estadounidense y recordó la actitud de Trump durante su primer mandato:

No solo mostró una falta de voluntad para mejorar las relaciones con Irán, sino que adoptó una estrategia de máxima presión, intensificando sanciones y medidas hostiles. Observamos con detenimiento las decisiones del nuevo gobierno respecto a Irán, el acuerdo nuclear Plan Integral de Acción Conjunta (PIAC o JCPOA, por sus siglas en inglés). Nuestras acciones estarán condicionadas por su política, y ajustaremos nuestra posición en consecuencia.”

Sobre la posibilidad de abrir un nuevo capítulo de diálogo con Washington, Araqchi fue claro:
“Para que exista una nueva etapa, debe haber razones que la justifiquen. Hoy, no veo condiciones para ello. Sin embargo, observaremos qué políticas adopta la otra parte y si estas crean un escenario que permita retomar las conversaciones.”

El canciller iraní también recordó las negociaciones que llevaron al acuerdo nuclear (JCPOA) en 2015:
“Ya hemos negociado antes con Estados Unidos, en un proceso largo y complejo que culminó en un pacto ampliamente reconocido como un éxito diplomático. ¿Y cuál fue el desenlace? Washington decidió retirarse del acuerdo. Esta acumulación de desconfianza no se puede deshacer fácilmente. No digo que sea imposible, pero sí extremadamente difícil. Depende ahora del gobierno estadounidense demostrar cómo pretende recuperar la confianza de Irán para avanzar hacia una interacción constructiva”.

Desde Teherán, esta ruptura se percibió como una prueba de la falta de honestidad y compromiso por parte de Occidente. La desconfianza hacia las potencias occidentales, sumada a la convicción de que nunca actúan de buena fe en su relación con la República Islámica, es un elemento central de la visión iraní. Por ello, Irán considera necesarias medidas que obliguen a Occidente a cumplir lo acordado o, en caso de una nueva ruptura unilateral, le hagan responsable de las consecuencias.

En respuesta a la pregunta sobre qué medidas debe tomar Estados Unidos para recuperar la confianza de Irán, el ministro de Asuntos Exteriores fue contundente:

“Reconozco que no será fácil, ya que la desconfianza se ha acumulado a lo largo del tiempo. No obstante, hay varios pasos que pueden dar. Por ejemplo, la liberación de los fondos iraníes congelados en diversas partes del mundo, a pesar de los acuerdos previos y de que Irán cumplió con sus compromisos mientras Washington actuaba en sentido contrario, podría ser un primer paso para generar confianza.

No pretendo que una o dos acciones logren restablecer la confianza de Irán. Nuestra relación con EE.UU., desde la Revolución, ha sido larga y compleja. Recuperar esa confianza exige persistencia, un cambio de postura por parte del gobierno estadounidense y medidas concretas y positivas. Creo que ellos saben mejor que nadie qué pasos deben tomar.”

El ministro iraní también subrayó que las negociaciones podrían no limitarse exclusivamente al tema nuclear, y que Irán estaría dispuesto a abordar incluso cuestiones regionales.
“En la última ronda de negociaciones con Estados Unidos, los tres países europeos, China y Rusia en el formato 1+5, decidimos centrarnos exclusivamente en el tema nuclear. Esta fue una decisión acertada, ya que incorporar otros temas habría complicado y prolongado las conversaciones, reduciendo las probabilidades de éxito. Fue una experiencia positiva. En negociaciones previas, dejamos claro, tanto públicamente como a las partes estadounidenses y europeas, que si las negociaciones nucleares resultaban exitosas, se abriría la posibilidad de abordar otros asuntos”, agregó Araqchi.

Sobre las amenazas del primer ministro israelí de atacar las instalaciones nucleares de Irán, la posible colaboración de Estados Unidos con Israel en este sentido y la capacidad de Irán para reaccionar militarmente, el actual responsable de la política exterior de la República Islámica señaló:

“Irán sin duda podrá responder. Si los estadounidenses tomaran tal decisión, sería uno de los errores históricos más grandes. En este sentido, hay varios aspectos a considerar: En primer lugar, el programa nuclear de Irán es autóctono. Lo hemos desarrollado con nuestra propia capacidad y tecnología, y está en manos de nuestros científicos. Este programa no puede ser destruido por bombardeos o ataques aéreos, porque esta tecnología está arraigada en nuestro país.

En segundo lugar, las instalaciones nucleares iraníes no están concentradas en unos pocos lugares, sino que están distribuidas en varios puntos, y cuentan con una defensa antiaérea altamente eficiente. Acceder a ellas, incluso mediante ataques aéreos, sería extremadamente difícil, si no imposible.

Lo más importante es que Irán reaccionará de inmediato. A diferencia de ocasiones anteriores, si nuestras instalaciones nucleares son atacadas, la respuesta será inmediata y contundente. Los estadounidenses y los israelíes saben muy bien qué objetivos podemos atacar. Mi impresión es que, en ese caso, entraría en juego una guerra generalizada en la región, una tragedia que nadie desea, ni en la región ni fuera de ella. Dudo que los estadounidenses cometan un error de cálculo tan grave”.

Estas palabras de Abbas Araqchi se inscriben dentro del cambio de cultura estratégica experimentado por Irán tras el ataque israelí contra su consulado en Damasco en 2024. En ese momento, la tradicional respuesta iraní conocida como “paciencia estratégica” dio paso a una nueva fase estratégica: la disuasión activa (o defensa ofensiva), que implica que, a partir de ahora, cualquier acción israelí será respondida de manera directa por Irán.

Por otro lado, y a pesar de las voces en Israel y Estados Unidos que defienden lo contrario, Irán continúa siendo un actor formidable en términos militares, con sólidas capacidades de defensa y un considerable poder geopolítico. Con una población de casi 90 millones de personas, tecnología militar avanzada y control sobre puntos estratégicos clave, la resistencia de Irán se sustenta en su fuerza demográfica, su geografía estratégica y una infraestructura defensiva autosuficiente.

El ministro también fue preguntado sobre la posibilidad de que Irán se dirija hacia la producción de armas nucleares y si el país posee actualmente tales armas. En su respuesta, fue claro:

“Irán no tiene armas nucleares en este momento. Las armas nucleares no forman parte de nuestra doctrina militar. Nuestra seguridad se garantiza por otros medios, y las armas nucleares son, según nuestra interpretación religiosa, ilícitas. Existe una fatwa clara del Líder Supremo sobre este tema, que prohíbe la producción, almacenamiento y uso de todas las armas de destrucción masiva, incluidas las nucleares. Y ustedes entienden bien lo que significa ‘ilícito’.

En cuanto a si tenemos la capacidad de fabricar armas nucleares, la respuesta es sí, esa capacidad existe, y ya se ha señalado en ocasiones anteriores. Pero, ¿tenemos la voluntad de producirlas? No, nunca hemos tenido esa intención, y en la actualidad, tampoco la tenemos.”

En los últimos meses, ha surgido un debate en los medios iraníes sobre un posible cambio en la doctrina nuclear del país persa. Sin embargo, este debate sigue estando limitado por la fatwa emitida por el Líder Supremo en 2003, que, por el momento, cierra, al menos discursivamente, la posibilidad de cualquier modificación en la doctrina nuclear de la República Islámica.

Durante la entrevista, también se abordó la situación en Siria y la percepción de Irán sobre la coyuntura actual en el país árabe. En este sentido, el ministro de Exteriores, subrayó que Irán apoyará cualquier gobierno o régimen que cuente con la aprobación del pueblo sirio:

“Consideramos que la estabilidad en Siria es esencial para la paz y la estabilidad en la región. No deseamos que Siria se convierta en un foco de inestabilidad, donde haya tensiones constantes, guerra civil o enfrentamientos entre grupos étnicos. Esto traería de vuelta a los terroristas, lo que podría extender la inestabilidad a los países vecinos y a toda la región. Buscamos la paz, la estabilidad y la preservación de la integridad territorial de Siria, así como la no ocupación de su territorio por ninguna potencia, especialmente por el régimen sionista. Nos oponemos a la división de Siria, y la preservación de su soberanía es fundamental para nosotros. Finalmente, esperamos la formación de un gobierno inclusivo que sea aceptado por la mayoría del pueblo sirio, y con ello, avanzar hacia un futuro mejor”.

Respecto al genocidio en Gaza, el canciller iraní, resaltó que, aunque la Resistencia sufrió grandes pérdidas, incluidas las muertes de líderes del Movimiento de resistencia Islámica de El Líbano (Hezbolá) y el Movimiento de Resistencia Islámica de Palestina (HAMAS), esto no implica su debilitamiento. Señaló que el pueblo palestino, mediante grandes sacrificios, ha revitalizado la causa palestina y ha expuesto la naturaleza criminal del régimen sionista. El ministro destacó que la Resistencia continuará su lucha, respaldada por las experiencias adquiridas.

Finalmente, Abbas Araqchi reafirmó que el poder de Irán no depende de individuos u organizaciones, sino de su pueblo y de la doctrina de la resistencia. Aseguró que Irán sigue siendo un actor clave en la región, con una capacidad defensiva sólida y un papel esencial en la promoción de la paz y la estabilidad regional.