“Se determinó que no existe conflicto de interés ya que ni el licenciado Peña Nieto ni el doctor Videgaray incurrieron en alguna acción parcial relacionada con las atribuciones que les corresponde ni participaron de forma alguna en los contratos”, declaró el jueves Virgilio Andrade, el Ministerio mexicano de la Función Pública, el órgano anticorrupción del país.
Se determinó que no existe conflicto de interés ya que ni el licenciado Peña Nieto ni el doctor Videgaray incurrieron en alguna acción parcial relacionada con las atribuciones que les corresponde ni participaron de forma alguna en los contratos, declaró Virgilio Andrade.
Al dar a conocer a la prensa los resultados de su investigación de seis meses al respecto, Andrade determinó que no hubo conflicto de intereses ya que todas las casas fueron adquiridas antes de que Peña Nieto y Videgaray fueran funcionarios federales y que las condiciones de compra de las casas no fueron modificadas posteriormente a su favor.
En este contexto, Andrade confirmó que el dueño de las cuatro empresas vinculadas con ambos funcionarios mexicanos es el accionista Luis Armando Hinojosa y las cuales tienen actualmente 22 contratos con el gobierno federal.
Del análisis referido se determinó que dos empresas tienen contratos: Urbanizadora Ixtapan (5 contratos) y Club de Golf Ixtapan (6 contratos).
De los 22 contratos totales, 13 corresponden a bienes y servicios y los otros son de obra pública, por lo que se ordenó iniciar un expediente de investigación para determinar si en el otorgamiento de dichos contratos tienen alguna influencia indebida para realizarlos.
Esto se produjo mientras que la indagación de Andrade ha enfrentado suspicacias desde el inicio ya que es un miembro del gabinete de Peña Nieto, tuvo cargos de representación por el Partido Revolucionario Institucional (PRI), y ha reconocido que tiene una relación personal con Videgaray.
La investigación se realizó después de que en noviembre de 2012, un reporte periodístico revelara que la primera dama mexicana, Angélica Rivera, (la esposa del mandatario mexicano) había comprado antes de la victoria electoral de Peña Nieto una mansión (conocida como la Casa Rosada) valorada en cuatro millones de dólares a un importante contratista gubernamental, que también será investigado.
Posteriormente se conoció que el propio Peña Nieto y su ministro Videgaray habían hecho compras similares en el pasado, por lo cual el presidente mexicano pidió en febrero a Andrade que investigara para determinar si fueron beneficiadas en los procesos de otorgamiento.
En los últimos meses tanto Nieto como su esposa, Angélica Rivera, y el secretario de Hacienda, Luis Videgaray, fueron objeto de duras críticas por compras de inmuebles a empresarios que a su vez fueron beneficiados con contratos millonarios de la Administración.
El pasado mes de abril, el célebre periodista mexicano, Jorge Ramos, acusó al presidente Enrique Peña Nieto de corrupción por la compra de casas de contratistas y pidió su renuncia durante la prestigiosa gala de premios de la revista Times, en Nueva York, EE.UU.
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