En Chiapas, un estado pobre y fronterizo de México, muchos albergues para ayudar a migrantes varados desde hace más de dos años en esta zona del país; cerraron sus puertas a nuevos ingresos con la contingencia sanitaria por la COVID-19.
Eso ha generado un crecimiento en el número de solicitudes para algún albergue, es por ello que la Agencia de la Organización de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR por sus siglas), edificó unidades de viviendas para migrantes refugiados en albergues o centros de salud.
Activistas señalan que la ayuda de la ACNUR era necesaria, pues los migrantes con esta pandemia han quedado más desprotegidos de lo que ya estaban en la Frontera Sur de México.
Aunado a que en estos campamentos se les de refugio a los migrantes, con la contingencia sanitaria también se les está ayudando en materia de salud.
Con esta pandemia por la COVID-19 en la Frontera Sur de México, cientos de migrantes han quedado desprotegidos no solo en la cuestión económica sino también en materia de salud.
Es por ello que la agencia de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) envió unidades móviles que servirán como refugio temporal de los migrantes que están varados desde hace más de dos años y ahora enfrentan la contingencia sanitaria en esta zona del país.
Lizeth Coello, Chiapas (México).
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