El casi centenar de empresas afiliadas a la Cámara de Comercio y Tecnología México-China cuentan con 25 mil millones de dólares en conjunto para participar en los proyectos de infraestructura anunciados por el gobierno federal, como el Tren Maya o la construcción del Aeropuerto de Santa Lucía, según confirmó el organismo.
Las autoridades mexicanas han manifestado que de la inversión prevista para este sexenio sólo 10 por ciento provendrá de recursos públicos, y el restante, del sector privado. Y en ese sentido, China se vislumbra como un socio estratégico y un tema de consideración para el movimiento ambientalista.
China lanzó un plan de inversión en infraestructura que no solo aplicará en territorio mexicano, sino en el mundo. Y en tanto las relaciones comerciales se deterioran con EE.UU., América Latina se vislumbra como un mercado competitivo con mucho que ganar de una relación económica y comercial sólida con el gigante asiático.
Mientras las condiciones en que podría darse una relación estratégica comercial entre México y China aún están por delinearse, independientemente de dónde venga la inversión, organizaciones y defensores frente al avance de megaproyectos esperan la ratificación en el Congreso del Acuerdo de Escazú, el único vinculante en la región sobre asuntos ambientales.
Sara Morales Gallego, Ciudad de México.
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