China ha devuelto el golpe tarifario de la Administración de Donald Trump este viernes y ha prometido contraatacar con determinación y luchar hasta el final, elevando los aranceles a los productos norteamericanos al 125 %, así como el tono de la retórica.
No obstante, en estos momentos es tangible quiénes son los grandes perdedores: las empresas estadounidenses expuestas a la segunda economía más grande del mundo, China.
Tesla ya está sintiendo el impacto, se han suspendido los nuevos pedidos de sus vehículos Model X y Model S en su sitio web chino a lo largo de esta jornada, ambos fabricados en EE.UU.
Apple es posiblemente una de las más afectadas por la escalada: entre el 90 % y el 95 % de sus productos se fabrican en China. El gigante tecnológico envió cinco aviones llenos de iPhones desde India a EE. UU. en tan solo tres días el mes pasado, antes de que entraran en vigor los aranceles recíprocos el 5 de abril, según han informado funcionarios indios a The Times of India.
Los inversores se rieron brevemente el miércoles, ya que el mercado bursátil experimentó un repunte histórico después de que el presidente Donald Trump suspendiera los aranceles recíprocos en la mayoría de los países durante 90 días.
Pero, ahora, la incertidumbre y la volatilidad son casi iguales a las del pico de la pandemia de la COVID-19 y la crisis financiera de 2008-2009.
La volatilidad intradía promedio del S&P 500 para lo que va de mes es del 5,01 %, que es el diferencial promedio entre los máximos y mínimos diarios. Solo tres meses han tenido una volatilidad superior al 5 % desde 1979 (marzo de 2020, octubre de 2008 y noviembre de 2008), según Dow Jones Market Data.
ctl