Publicada: domingo, 29 de abril de 2018 23:09

La caravana con al menos 150 migrantes procedentes de países centroamericanos, que se inició a finales de marzo, ha llegado este domingo al muro fronterizo entre México y Estados Unidos en la localidad mexicana de Tijuana para pedir asilo a Washington.

“Le queremos decir al presidente de Estados Unidos (Donald Trump) que no somos criminales, no somos terroristas”, ha dicho uno de los organizadores de la caravana, Irineo Mujica, en referencia a las declaraciones anteriores del inquilino de la Casa Blanca sobre los inmigrantes.

Los concentrados en el lugar han mantenido un ambiente festivo con varios migrantes cantando el himno nacional de Honduras y unos 30 de ellos escalando la valla fronteriza en donde gritaban “alerta, alerta, que camina la lucha del emigrante por América Latina”.

Desde primera hora, los agentes de la patrulla fronteriza estadounidense han vigilado la zona para impedir posibles intentos de entrada de estos migrantes, aun cuando hay informes de que durante las últimas 24 horas grupos de personas asociadas con esta caravana ingresaron a EE.UU. sin documentos de inmigración.

Le queremos decir al presidente de Estados Unidos (Donald Trump) que no somos criminales, no somos terroristas”, ha dicho uno de los organizadores de la caravana, Irineo Mujica, en referencia a las declaraciones anteriores del inquilino de la Casa Blanca sobre los inmigrantes.

 

El director de la Patrulla Fronteriza en San Diego, Rodney Scott, ha confirmado los informes, advirtiendo que los migrantes que sean capturados por estos incidentes serán sometidos a las leyes de Estados Unidos, que comprende cárcel y deportación para tales delitos.

Las imágenes de los centroamericanos en su camino hacia EE.UU. llevó a Trump a exigir a México para que detuviera la caravana, ordenó el despliegue de la Guardia Nacional en la frontera común y ha pretendido ligar el tema migratorio con la firma de un nuevo Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).

Sin embargo, el Gobierno de México ignoró las presiones del jefe de Estado estadounidense y ofreció permisos de tránsito a los migrantes de hasta un mes con el fin de que decidieran si pedían refugio en este país, regresaban al suyo o seguían su marcha a Estados Unidos.

zss/rha/alg/rba