“El jefe del Ejército (general Manoj Mukund Naravane) ha dicho a todos los comandantes que permanezcan vigilantes ante cualquier eventualidad y mantengan el más alto nivel de preparación operacional en el frente”, indicaron fuentes castrenses, citadas anónimamente por el portal de noticias local ANI.
El alto mando militar hizo estas declaraciones durante su visita de dos días al Comando del Este, donde se le informó de los despliegues de La India y China a lo largo de la Línea de Control Real, la frontera efectiva entre las dos naciones más pobladas de la tierra con poderío nuclear.
El Ejército indio tiene desplegados cerca de 40 000 soldados a lo largo de la denominada Línea de Control Real en el este del territorio de Ladakh, para hacer frente a la gran acumulación de tropas chinas.
Los reforzamientos militares vienen después de un violento enfrentamiento acaecido el 15 de junio entre uniformados indios y chinos en el valle de Galwan, que dejó unos 20 soldados indios muertos. El valle es un sitio montañoso en Cachemira junto Himalaya que glorificaron ambos países en una guerra en 1962.
El incidente marcó el peor enfrentamiento militar en 45 años entre China y La India. Se trató de una de las escaramuzas más graves desde la guerra que libraron estas dos naciones durante un mes, del 20 de octubre al 21 de noviembre de 1962, con un saldo de más de 11 000 muertos.
En los últimos meses, La India ha estado tratando de consolidar sus capacidades operacionales ante China, comprando más equipos militares. La semana pasada, llegó al país el primer lote de cazabombarderos franceses Rafale.
Es más, Nueva Delhi ha estrechado sus lazos de seguridad con los rivales de China, como Estados Unidos, Australia o Japón
Mientras tanto, desde China han llamado a La India a aunar esfuerzos para resolver cualquier discrepancia sin injerencia de otras potencias.
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