Decenas de personas han marchado este viernes por la tarde (hora local) cerca de la sede del Ministerio de Planificación en Bagdad (capital de Irak), para protestar contra los resultados de las elecciones parlamentarias del pasado octubre.
Sin embargo, las manifestaciones se volvieron violentas. Los manifestantes lanzaron piedras contra las fuerzas de seguridad, y policías lanzaron gases lacrimógenos y munición real al aire para dispersar a los congregados que trataban de avanzar hacia la Zona Verde de Bagdad, fuertemente fortificada, que alberga edificios gubernamentales y embajadas extranjeras.
En este sentido, la agencia local de noticias WAA, citando al Ministerio iraquí de Salud, ha informado que unas 125 personas han resultado heridas en ambos lados.
Las autoridades no han constatado el número de los fallecidos por el momento, pero, según han informado medios locales, tres personas han fallecido.
Por su parte, el primer ministro iraquí, Mustafa al-Kazemi, ha llamado a tranquilidad, pidiendo una investigación exhaustiva de lo que está sucediendo. Además, ha exigido a los manifestantes que ejerzan sus derechos legítimos de protestar de manera pacífica y no violenta.
مراسل #الميادين: المواجهات بين المحتجين و #الشرطة العراقية في #بغداد متواصلة منذ أكثر من ساعة.
— قناة الميادين (@AlMayadeenNews) November 5, 2021
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El líder iraquí del grupo Asaib Ahl al-Haq, Qais al-Jazali, también ha condenado enérgicamente el uso de fuerza por los agentes de seguridad iraquí, y ha llamado a todos los manifestantes a actuar con moderación.
Además, el influyente clérigo chií Muqtada al-Sadr, cuyo partido obtuvo la mayor cantidad de escaños en las elecciones, ha emitido una declaración, en la que ha señalado que “las manifestaciones pacíficas no deben usarse como violentas manifestaciones para debilitar al Gobierno iraquí.
Al-Sadr también ha enfatizado que las manifestaciones pacíficas son un derecho de todos los ciudadanos.
La capital iraquí y varias ciudades importantes han estado tensas durante los últimos días, ya que varias facciones políticas y sus partidarios en el país árabe han rechazado los resultados preliminares por considerarlos “fraudulentos”.
El pasado 10 de octubre, 25 millones de iraquíes de las 18 provincias fueron convocados a las urnas para elegir a los 329 diputados del Parlamento iraquí.
De acuerdo con los datos oficiales anunciados por la Comisión Electoral de Irak, el Movimiento Sadr, liderado por Muqtada al-Sadr, encabezó el conteo de votos, con 73 de los 329 escaños del Parlamento iraquí. La coalición, dirigida por el exlegislador Muhamed al-Halbusi, ocupó el segundo lugar, con 34 asientos; y el partido del ex primer ministro Nuri al-Maliki, el Partido Islámico Dawa (Llamado), el tercer lugar con 34 curules.
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