El primer ministro iraquí, Mustafa al-Kazemi, y el presidente de Estados Unidos, Joe Biden anunciaron el lunes que Washington pondrá fin a su “misión de combate” en Irak a finales de año. Sin embargo, los soldados estadounidenses no volverán a casa por completo. De hecho, se espera que muchos de los 2500 miembros de las fuerzas armadas estadounidense permanezcan en el país árabes con fines de “formación y asesoramiento”.
En una nota publicada el martes, el portal Responsible Statecraft consideró “evidente que Washington tiene una gran responsabilidad en la inestabilidad” en Irak, un hecho reconocido por el mismo Washington, pues acaba de anunciar un paquete de cerca de 155 millones de dólares en asistencia humanitaria adicional para Irak, subraya el texto.
EE.UU. fracasó sistemáticamente en sus misiones en Irak
Conforme a la nota, el Ejército estadounidense “ha fracasado sistemáticamente” en sus misiones en Irak, y el hecho de seguir a mantener sus tropas en el país árabe “no beneficia ni a los estadounidenses ni a los iraquíes”.
Redefinir misión de estadounidenses no les salvará de ataques en Irak
En este sentido, el reporte recalca que “renombrar” el objetivo declarado de las tropas estadounidenses en Irak tendrá “poco efecto” sobre su “vulnerabilidad” a los ataques, debido a que, según la nota, el anuncio de una retirada de tropas cuando “en realidad no se van a retirar” refuerza una tendencia alarmante más amplia en las guerras “eternas”.
Efectivamente, en Irak, siguen registrándose ataques contra las bases y los convoyes logísticos del país norteamericano en Irak.
También, el texto cuestiona el hecho de que Washington busca formas para mantener a los soldados estadounidenses perpetuamente desplegados, en contra de lo que desea la opinión pública.
A pesar de que Irak declaró la victoria sobre el grupo terrorista Daesh en diciembre de 2017, Estados Unidos ha mantenido su presencia militar en el país árabe, con el pretexto de evitar el resurgimiento de los grupos terroristas.
Sin embargo, la presencia continua de las tropas estadounidenses se ha convertido en un tema polarizador, especialmente luego del brutal asesinato del teniente general iraní Qasem Soleimani, comandante de la Fuerza Quds del Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica (CGRI) de Irán; del subcomandante de las Unidades de Movilización Popular de Irak (Al-Hashad Al-Shabi, en árabe), Abu Mahdi al-Muhandis; y de varios de sus compañeros, en un ataque aéreo perpetrado por EE.UU. el 3 de enero de 2020. Tras la agresión, el Parlamento de Irak aprobó una resolución para exigir la salida de todas las tropas extranjeras del país.
Los grupos iraquíes denuncian que la presencia de EE.UU. en el país ha aumentado la inseguridad en la zona, advirtiendo que, si las tropas estadounidenses no salen de Irak, no descartan usar la opción militar para expulsarlas.
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