En Mosquitia, uno de los rincones más pobres de Honduras, ubicado en la costa del Caribe, el buceo es parte de la vida cotidiana... cientos de adolescentes y adultos han hecho del buceo su sustento. Muchos han sido víctimas del ‘síndrome de la descompresión’, una enfermedad causada cuando se forman burbujas de nitrógeno en los cuerpos de los buceadores, lo que podría causar parálisis e incluso la muerte.
Las técnicas de buceo dicen que se debe ascender a la superficie de manera gradual para eliminar el nitrógeno que los tejidos del cuerpo absorben durante la inmersión. Dependiendo de la profundidad, es necesario hacer distintas pausas antes de llegar a la superficie. También se debe limitar el número de descensos que hace una persona al día. Pero entre los buzos de la Mosquitia solo existe el subir y bajar, tan profundo como sea posible y tan rápido como se pueda, todo con tal de conseguir la mayor cantidad de langosta, un codiciado producto de exportación, sobre todo hacia Estados Unidos.
En las diferentes aldeas de pescadores de la Mosquitia, las sillas de ruedas forman parte del paisaje tropical.
El síndrome de descompresión es tratable... Cuando las personas lo sufren, se recomienda una terapia en una cámara hiperbárica, donde los pacientes respiran más oxígeno del que podrían respirar bajo la presión normal del aire con el propósito de restaurar los tejidos.... Los fisioterapeutas recomiendan a los afectados que no regresen a bucear. Pero, para un hombre que ha hecho del mar su vida, es una pesadilla estar confinado a una silla de ruedas.
Con más del 60 % de sus nueve millones de habitantes, viviendo en la pobreza, Honduras es uno de los países más pobres en América Latina, y la Mosquitia una de las áreas aún más desamparadas. Para muchos adultos, la única opción que han encontrado para enfrentar la pobreza es bucear, sin importar los riesgos... Según informes, de unos 9000 pescadores en la Mosquitia, unos 4200 están lisiados por el ‘síndrome de la descompresión’.
kmd/mkh
