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Publicada: jueves, 15 de enero de 2015 10:04
Actualizada: jueves, 10 de diciembre de 2015 9:05

Una treintena de colectivos pro derechos de la infancia se concentró el miércoles ante el Parlamento británico para exigir que la Justicia actúe ante los informes detallados y las acusaciones precisas contra diputados implicados en redes criminales de pederastia, violaciones, torturas y asesinatos a niños, que han operado entre las élites británicas durante décadas. “Esos seres de dentro del Parlamento violan, torturan y asesinan a niños y ni siquiera los arrestan”, declaró a la cadena iraní en inglés Press TV, uno de los manifestantes. “A pesar de que se entregan expedientes diciendo, ‘aquí están los nombres’, ‘aquí están los indicios que hay ya’, ‘vayan y arréstenlos’, no los detienen”, protestó el activista. “Este dossier lleva en manos del Parlamento y de la Policía desde antes de Navidad y, aun así, no se detiene a ninguno de los veinticuatro diputados ―¡veinticuatro!― sospechosos”, denunció el militante contra la corrupción de la clase política británica. “Hay algo ahí que va muy muy mal”, concluyó. La presión popular obligó al primer ministro británico, David Cameron, a ordenar una investigación sobre este asunto el verano pasado. Se supone que, desde entonces, la Policía británica investiga un documento que contiene los nombres de 12 personalidades destacadas del país. Entre ellos, tres diputados en ejercicio y tres miembros de la Cámara de los Lores, presuntamente implicados en la red pederasta de Westminster en los años 70 y 80. Ya en 1989, el diputado laborista John Mann denunció a al indicios de que un ministro conservador del Gobierno estaba implicado en abusos a menores. Sin embargo, tres meses después la investigación se abandonó “por órdenes de los de arriba”. “No estamos hablando de gente de clase trabajadora, de gente que comete este tipo de crímenes. Estamos hablando de figuras situadas muy alto, que operan juntas en grupos, durante años, de manera sistemática, abusando de los niños. Se ha expuesto incluso que han matado a varios niños por placer”, alertó el activista. La semana pasada, las inquietudes se redoblaron en los círculos concienciados por este terrible problema de las clases dirigentes occidentales al divulgarse nuevos datos sobre el financiero sionista estadounidense Jeffrey Epstein, implicado en actividades de proxenetismo y organización de encuentros de figuras de la alta sociedad occidental con menores explotadas sexualmente. Entre las relaciones habituales de Epstein se encuentran, entre otros, el príncipe británico Andrew ―acusado el 5 de enero de mantener relaciones con una menor de 17 años en 2001―, el expresidente estadounidense William ‘Bill’ Clinton ― que abusó de su posición entre 1995 y 1997 para mantener relaciones con una becaria de 22 años―, el conocido abogado ultrasionista Alan Dershowitz ―acusado de mantener relaciones en la red de Epstein. También ha contribuido a disparar la alarma social en el Reino Unido la difusión de datos sobre redes de criminalidad sexual que operaron durante décadas en el interior de la cadena británica BBC sin ser denunciadas, y en las que participaron conocidísimas personas de la televisión, la música y los entretenimientos. Las redes de pederastia criminal, con violaciones y asesinatos de menores, son también un gravísimo problema ocultado por los sistemas judiciales y por la prensa en otros países occidentales como Bélgica (caso Dutroux), Francia (caso de Outreau, caso Amidlisa, caso Roman Polanski, caso del misterioso ministro francés en Marrakech), España (caso Alcácer, caso Daniel Galván Fina), y un largo etcétera. mla/ncl/hnb