En una rueda de prensa mantenida este martes, el ministro de Asuntos Exteriores de Ucrania, Dmitri Kuleba, ha informado de su propuesta al presidente Volodímir Zelenski basada en romper los nexos diplomáticas con Irán, en respuesta al supuesto suministro de drones militares a Rusia, una acusación rechazada fuertemente por el país persa.
El diplomático ucraniano, además, ha adelantado que Ucrania enviará esta misma jornada una nota oficial al régimen de Israel en la que le pedirá el envío urgente de sistemas de defensa antiaérea y le solicitará cooperación para que Kiev pueda adquirir las tecnologías necesarias en la vía de garantizar la defensa nacional.
Por su parte, Teherán ha reiterado la misma jornada en que no envía armas a ninguna parte involucrada en el conflicto de Ucrania, calificando los infundios, basados en “desinformación y presunciones mal intencionadas”, de una campaña política antiraní.
A pesar de la asistencia militar de algunos países a Ucrania, no hemos enviado ni enviaremos armas a Rusia para su uso en la guerra contra Ucrania, porque creemos que la solución a esta crisis es política y cualquier apoyo de armas de las partes retrasará la oportunidad de la paz, resaltó, a su vez, el canciller iraní, Hosein Amir Abdolahian, en una conversación telefónica mantenida con su homólogo finlandés, Pekka Haavisto.
A pesar de que Teherán se ha ofrecido como mediador entre Kiev y Moscú, en guerra desde finales de febrero pasado, Ucrania anunció el pasado septiembre que retiraría la acreditación del embajador iraní y reduciría significativamente la cantidad de personal diplomático en la embajada del país persa en Kiev.
Los infundios antiraníes producen mientras EE.UU. y sus aliados occidentales desde que inició el conflicto bélico siguen bombeando incesantemente armas y ayuda militar a Ucrania. Sin ir muy lejos, este mismo martes la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) informó de su decisión de armar a Kiev con sistemas antidrones sofisticados.
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