El informe de la agencia de noticias británica Reuters, publicado este jueves citando tres fuentes familiarizadas con el asunto, ha señalado que Irán había interpuesto un recurso de apelación contra el fallo preliminar.
La anterior confiscación del buque petrolero iraní, recuerda el medio, provocó la “reacción airada” de Irán, que en represalia incautó dos petroleros griegos en el Golfo Pérsico, “pues Teherán ya había advertido de que tomaría medidas punitivas contra Atenas”.
“La petición para revocar la sentencia inicial ha sido aceptada por el Tribunal de Apelación. Ahora no será difícil rechazar (la sentencia del Tribunal)”, han sostenido dichas fuentes.
En este marco, la embajada iraní en Atenas, capital del país heleno, además de confirmar el aludido informe, ha manifestado en un tuit que el tema permanecerá en la agenda de intensas consultas entre los dos países para garantizar la plena implementación de la sentencia. “Proteger los derechos del pueblo iraní es nuestra línea roja”, resalta el tuit publicado esta misma jornada.
¿En qué consiste la tensión?
Las autoridades griegas incautaron ilegalmente en abril un buque cisterna, de bandera iraní, cuando realizó una parada de emergencia en las aguas griegas debido a una falla técnica.
Luego, Atenas aprobó en mayo el traslado a Estados Unidos del petróleo iraní contenido en el buque cisterna retenido. Teherán tachó la acción de un “acto de piratería internacional” y exigió a Washington devolver al país persa su crudo, debido a que la medida griega violaba flagrantemente las leyes y los reglamentos internacionales sobre Derecho del Mar.
El 27 de mayo, el Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica (CGRI) de Irán informó de la incautación de dos petroleros griegos por haber cometido violaciones en las aguas del Golfo Pérsico.
Las redes sociales se encendieron tras toma de los barcos griegos por Irán y un gran número de usuarios consideró la decisión del país persa como una “política de ojo por ojo”, frente al acoso de Occidente.
Teherán censura a Atenas por “rendirse a las presiones ilegales de Estados Unidos” y llama a Grecia a no permitir que las relaciones de larga data entre los dos países se vean afectadas “por errores de cálculo, incluido el bandolerismo por orden de un tercero”.
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