Mediante un comunicado emitido este sábado, la UE ha repudiado la ejecución de tres jóvenes bareiníes, ordenada por las autoridades de Manama, que ignoraron los constantes llamados de las organizaciones pro derechos humanos para frenar la pena capital, determinada el pasado mayo, hasta nuevas investigaciones.
Las organizaciones de derechos humanos, incluidas Amnistía Internacional y Human Rights Watch (HRW), informaron previamente que los ejecutados chiíes, identificados como Ahmad al-Mulali, de 24 años, y Ali Hakim al-Arab, de 25 años, fueron arrestados sin orden judicial el 9 de febrero de 2017 y sometidos a torturas durante su interrogatorio.
El bloque comunitario ha pedido a las autoridades bareiníes que frenen las ejecuciones “inhumanas y crueles” de ciudadanos, las cuales suponen un “menosprecio a la dignidad humana”, ha fustigado.
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La Organización de las Naciones Unidas (ONU) ha censurado, a su vez, en varias ocasiones, la falta de garantías en los juicios masivos que celebra el régimen de Baréin, en los que la mayoría de los sospechosos son juzgados “in absentia” (en ausencia).
De hecho, las últimas ejecuciones son un eslabón más en la larga cadena de la represión que Baréin ejerce contra los opositores, quienes exigen que la monarquía de Al Jalifa renuncie al poder y permita que se establezca un sistema justo que represente a todos los ciudadanos bareiníes.
Según reveló el domingo pasado la cadena catarí de televisión Al Jazeera, el régimen bareiní incluso ha recurrido al grupo terrorista Al-Qaeda para el asesinato de disidentes.
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