“El principal problema es entre ricos y pobres, y no entre España y Cataluña”, ha enfatizado Garzón hoy lunes, tras reunirse con el jefe del Ejecutivo, Mariano Rajoy.
El principal problema es entre ricos y pobres, y no entre España y Cataluña”, recalca el candidato de Izquierda Unida a la presidencia del Gobierno español, Alberto Garzón.
El secretario de Proceso Constituyente de IU ha justificado su negativa con que no quiere participar en ningún “teatro” que enfrente a las clases populares de Cataluña con las del resto de España.
Garzón ha hecho estas declaraciones tras un encuentro que ha calificado de “cordial” y “amable”, enmarcado en una ronda de contactos con líderes de partidos políticos destinada a fraguar un acuerdo contra la moción secesionista que promueve la mayoría del recién elegido Parlamento de Cataluña (noreste).
La reunión, sin embargo, ha puesto de manifiesto las “enormes” diferencias con el presidente del Gobierno conservador, del Partido Popular (PP), que mantiene el joven dirigente de IU. “Solo hemos coincidido en que llovía”, ha bromeado Garzón.
Frente a la obstrucción de la iniciativa independentista a través de los tribunales que impulsa el PP, Garzón ha defendido una salida “dialogada y negociada” a la crisis, así como la celebración de una consulta, exclusivamente en Cataluña pero no solo sobre la cuestión territorial, sino sobre todas las que afecten a las condiciones de vida de la población.
En ese hipotético plebiscito, los catalanes votarían en contra de la secesión, ha conjeturado Garzón aludiendo a la minoría de votos independentistas registrada en las elecciones regionales del 27 de septiembre.
En este sentido, Garzón ha propuesto a Rajoy crear una “mesa de diálogo” con todas las fuerzas políticas implicadas, incluidas las que anuncian su voluntad de incumplir la legislación vigente —mesa en la que el presidente del Gobierno español ha dicho que no participará, ha reconocido el candidato de IU—.
Alberto Garzón, cuya candidatura es promovida por la plataforma Unidad Popular —escisión de Ahora en Común—, ha enviado una carta a los dirigentes de los distintos partidos para proponerles la creación de esa mesa de diálogo, pero por el momento no ha recibido respuesta alguna.
En cuanto a si apoyaría un eventual recurso de inconstitucionalidad del Gobierno contra la resolución independentista que prepara el Parlamento de Cataluña, Garzón ha aseverado que “existen mecanismos democráticos para responder a cualquier escenario de transgresión de la ley”, pero ha declinado especificar cuáles son.
En todo caso, el candidato de IU ha valorado que el desafío secesionista plantea una oportunidad para abrir un proceso constituyente en el que se debata “desde abajo” un “nuevo modelo de convivencia” que favorezca a las castigadas clases populares, con el objetivo de adoptar una nueva Constitución de corte federal.
Izquierda Unida es la segunda formación española que rehúsa sumarse al frente antiindependentista de Rajoy, tras rechazarlo también el líder de Podemos —y presentador de Fort Apache en HispanTV—, Pablo Iglesias, el pasado viernes, tras su reunión con el jefe del Ejecutivo español.
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