Abdul Razzaq al-Ahmadi, uno de los jeques de la tribu Al-Uqaydat en Siria, citado el martes por la agencia de noticias iraquí Al-Maluma, informó de los conflictos armados acaecidos entre los elementos encabezados por Abu Mohammad al-Golani, líder de Hayat Tahrir al-Sham (HTS).
“Los enfrentamientos se produjeron debido a la disputa sobre la forma de compartir el poder y gestionar las ciudades del norte de Siria”, precisó.
Al-Ahmadi apostilló que varios líderes terroristas se han separado de la banda bajo su mando tras la expansión de las diferencias con el colectivo de Al-Golani, que ha tomado el poder en Siria.
Enfatizó que tras estos acontecimientos, se han intensificado las especulaciones sobre la aparición de una revolución contra el gobierno del líder de facto de Siria.
Entretanto, los ciudadanos sirios que viven en el sur de Latakia, noroeste del país árabe, se han manifestado contra la propagación del terror y la inseguridad tras la caída del gobierno del presidente Bashar al-Asad.
Los habitantes de la ciudad costera de Yableh y sus suburbios en el sur de Latakia están siendo testigos de la intensificación de las tensiones de seguridad tras el aumento de ataques terroristas, incendio de automóviles estacionados y el secuestro de las personas en esta zona.
Además, se han publicado muchos informes sobre los crímenes cometidos por la banda terrorista Daesh en diferentes regiones de Siria aprovechando las condiciones creadas tras el derrocamiento de Al-Asad.
Según la cadena catarí Al Jazeera, la región costera y sus montañas en Latakia y Tartus incluyen aldeas, la mayoría de las cuales apoyan al Gobierno derrocado de Al-Asad, lo que complica el asunto para el nuevo gobierno.
El pasado 27 de noviembre, los grupos insurgentes apoyados por el extranjero y liderados por Hayat Tahrir al-Sham lanzaron una ofensiva relámpago contra el Gobierno del presidente sirio Bashar al-Asad. Luego, los grupos armados se apoderaron de varias ciudades clave en Siria hasta llegar el 8 de diciembre a Damasco, la capital, derrocando así al Gobierno de Al-Asad.
msm/hnb